Tiene su referencia más antigua, como software que controla el funcionamiento de una computadora, en 1961, en el artículo The share operating system for the IBM 709 (traducido como El sistema operativo compartido del IBM 709), publicado en la primera edición del medio especializado Annual Review Automatic Programming, que dejara de editarse en 1994. De hecho, en 1956 General Motors realiza un acercamiento de SO acorde al concepto moderno, para su IBM 704, un ordenador que fuera comercializado en 1954, y que marcara el camino de los modelos posteriores, tal es el caso del IBM 709.
Por un lado encontramos en el latín tardío la forma systēma, al respecto del griego en sýstēma, postulando un orden funcional a partir de elementos vinculados entre sí, formado por el prefijo syn-, indicando una unión, e histanai, en alusión a una respuesta firme, con base en el indoeuropeo *sta-, por posicionarse con fuerza. Por su parte, acompaña, con referencia en el latín tardío, el término operatīvus, asociado al latín operari, por operar aplicado en el contexto laboral, al respecto de opera sobre opus, en alusión a estar desempeñando una función, con raíz en el indoeuropeo *op-, por operar, valga la redundancia.
SO se utilizaría por primera vez al designar un conjunto de piezas (en este caso, de software) que permitirían a una PC funcionar. En el inicio de la computación moderna (en las décadas de los 30 y los 40 del siglo XX) no existía el concepto de sistema operativo tal y como lo conocemos hoy, y las computadoras eran muy distintas. Para cada función que debían ejecutar, para cada programa, la computadora debía ser programada mediante una serie de mecanismos, y reprogramada acorde con el algoritmo que se quería ejecutar al cambiar de tarea.
Los distintos sistemas operativos avanzaron a lo largo de la época de los grandes mainframes, pero eclosionaron realmente cuando entraron en el mercado las minicomputadoras a finales de los 60 y principios de los 70. Estas llevaban consigo toda una serie de hardware para el trabajo interactivo en tiempo real, a diferencia de cómo habían nacido los mainframes.
Rápidamente, los sistemas empezaron a hacerse cargo de más tareas, cumpliendo las órdenes de un perfil determinado, el administrador de sistemas, que empezó a estar en boga tal y como lo conocemos hoy sobre la década de los 70.
Así, la gestión de los múltiples usuarios que ya podían conectarse a la máquina, la administración de los programas, y la realización de interfaz con los periféricos, eran ya las tareas más comunes realizaban.
Un hito en la interesante historia de las plataformas es la introducción de UNIX en 1970.
Con el tiempo, UNIX acabaría siendo el “abuelo” de muchos SOs que utilizamos a día de hoy, como macOS o GNU/Linux entre otros. Otros episodios están marcados por los lanzamientos de MS-DOS (1981), Mac OS (clásico, 1984), Windows (1985, inicialmente como un entorno gráfico para MS-DOS, pero como SO con todas las de la ley remite a 1995), Mac OS X (2001) y Android (2008).
Los distintos sistemas operativos son incompatibles entre ellos a nivel de ejecución de programas, por lo que cada aplicación debe ser preparada (en un proceso que se llama compilación) para correr sobre un SO determinado. Actualmente encontramos plataformas muy sofisticados, proporcionando funcionalidades e incluyendo programas que antaño no estaban incluídos, como la capacidad de visualizar imágenes, descomprimir ficheros comprimidos con varios estándares, o incluyendo un browser para la Web.
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Referencia APA
Benjamin Veschi, 12/2018, en https://etimologia.com/sistema-operativo/