Etimología de Gracias

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Guarda referencia en el latín gratia, que a su vez proviene de gratus, es decir, agradable o agradecido. La locución «dar gracias» proviene de la expresión latina «gratias agere». Supone uno de los actos más comunes en todas las comunidades humanas. Esta acción la realizamos casi sin darnos cuenta, pero es una forma de expresar nuestro reconocimiento a los demás.

Observar términos asociados al núcleo lingüístico, que se reflejan en: gratitud (en latín como gratitūdo), grato (en latín como gratus) o como cualidad gracia (en latín gratia).

La gratitud: cualidad moral o virtud nos permite conectar con los demás

Esta conexión se puede proyectar hacia todas las personas que hay a nuestro alrededor. Así mismo, el hecho de sentirnos agradecidos tiene una proyección hacia nuestro interior. Quienes no experimentan este sentimiento son ingratos o desagradecidos. Vale la pena recordar que en el refranero español se dice «que es de bien nacidos ser agradecidos».

El valor de la gratitud es universal, pues en todas las culturas hay palabras y gestos que sirven para reconocer las buenas acciones de los demás. Al margen de la palabra gracias en las diferentes lenguas, expresamos gratitud con algún gesto (una sonrisa, una ligera inclinación de cabeza o una reverencia).

Un formalismo social

En los procesos de comunicación la acción de dar las gracias es un formalismo que muestra buena educación y respeto. No es una pauta social obligatoria, pero sí muy conveniente. De hecho, quien no da las gracias de manera oportuna es considerado una persona sin educación o directamente un maleducado.

El interesante caso del “obrigado” del portugués

La palabra gracias traducida al portugués se observa como obrigado u obrigada, teniendo una distinción de género, la primera para el masculino y la segunda para el femenino. Proviene del latín obligare, sobre la base del verbo obligare, entendido como una forma de obligación, no obstante, como adjetivo, trasladado hacia un pacto entre dos personas, en el sentido del favor que hace uno y el reconocimiento a tal acto por parte del otro. Asimismo, en el marco jurídico, obrigado comprende una deuda o responsabilidad que tiene que cumplirse. Obrigação, por su parte, viene del latín obligatione.

Como se aprecia, existe una valiosa distinción entre el obrigado en portugués que se utiliza en la vida cotidiana, y el observado en otros idiomas, por ejemplo el «gracias» de la lengua española, exponiendo la crítica etimológica sobre su origen.

Representación del Thanksgiving Day y el ocultamiento de una masacre

Un grupo de puritanos ingleses conocidos como los peregrinos (pilgrims), se asentaron en la costa este de Estados Unidos en 1620, concretamente en la localidad de Plymouth en el actual estado de Massachusetts, en búsqueda de un nuevo hogar ante las persecueciones de Rey James I, pasando inicialmente por Holanda, donde no lograron la libertadad que deseaban.

El periodo invernal después del primer asentamiento fue especialmente duro y más de la mitad de los peregrinos fallecieron debido al frío del invierno y a la escasez de alimentos. Quienes lograron sobrevivir contaron con la ayuda de los indios nativos, quienes llevaban numerosas experiencias devastadoras con respecto a visitas externas, presentándoles plagas y tomaando parte del pueblo para el mercado esclavo.

Cuando llegó el buen tiempo, los nativos enseñaron a los ingleses las técnicas de cultivo del maíz. Llegado el otoño los peregrinos invitaron a comer a los indios con la intención de agradecerles su ayuda. Al menos éste es el relato que se enseña comúnmente, sin embargo no existen referencias concretas acerca de la invitación a los nativos, más allá de que efectivamente celebraran juntos. Comprendió un festival agradeciendo a Dios por los cultivos que lograron desarrollar. Un lapso breve de armonía en el medio de una tormenta, siendo que luego los nativos sufrirían una masacre ante la llegada de nuevos grupos ingleses que pretendían imponer sus propias reglas religiosas y eran empujados por la avaricia. Los nativos, viendo transformada su imagen en salvajes, debían convertirse al cristianismo o morir.

Aquél momento perdido sobre la sangre de los nativos es el que se conmemora en la sociedad americana. La festividad fue proclamada por el presidente Abrahan Lincoln en 1863 en plena Guerra de Secesión. Los estadounidenses recuerdan aquél episodio el cuarto jueves del mes de noviembre.

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