Etimología de Capital Humano

Erica Guilane-Nachez

Primeramente, capital se visualiza en el latín como capitālis, asociándose a la palabra cabeza, que en latín toma la forma capitia, reflejándose como el centro del pensamiento y la reflexión del individuo y en señal de lideranza, ya que desde allí se activan las órdenes hacia todo el organismo. Humano, por su parte, se distingue en el latín humānus, sobre la idea de aquello nacido de la tierra.

En una primera acepción, lo capital alude a algo fundamental o primario (recordemos en esta línea los pecados capitales de la tradición cristiana). En una segunda acepción, esta palabra se usa para designar a la principal ciudad de una nación. En tercer lugar, designa el conjunto de bienes de un individuo, es decir, su patrimonio (capital es sinónimo de dinero debido a que el patrimonio de una persona o una empresa se puede expresar a través de una cantidad de dinero). Por último, cuando a la idea de capital le añadimos la dimensión educativa y formativa de los individuos obtenemos un nuevo concepto: capital humano.

Las palabras tienen, de alguna manera, su propia trayectoria vital, ya que nacen con un significado primigenio y con el paso del tiempo se añaden nuevas acepciones. Esta idea general se pone de manifiesto plenamente en este escenario, sobre una denominación que utilizamos en el ámbito de la economía para expresar el papel de los individuos en los procesos de producción.

La formación de los trabajadores (su capital intelectual) determina la productividad empresarial

Los medios de producción más evidentes son aquellos que se pueden cuantificar o medir de manera objetiva (el número de metros cuadrados de un cultivo, las máquinas o los elementos materiales en una industria o la cantidad de dinero disponible en una empresa). El factor humano como elemento vinculado con la producción también se puede evaluar pero su medición es mucho más compleja. A pesar de ello, en el mundo empresarial se afirma que los conocimientos de los trabajadores determinan la productividad de una empresa y, por otra parte, sirven como referencia para establecer una escala salarial diferenciada.

El futuro de un país y el Índice de Capital Humano

El bienestar y la prosperidad de un territorio dependen de muchos factores, como las riquezas naturales, las inversiones o la eficacia de la gestión pública. Por otra parte, los conocimientos de los individuos juegan un papel singular.

En este escenario, la denominación Índice de Capital Humano (ICH) se usa para expresar en qué medida una generación puede desarrollar todas sus potencialidades. Así, los principales factores que intervienen en el ICH son los siguientes: la supervivencia infantil, el número de individuos escolarizados, la calidad del sistema educativo, los niveles de salud de la población y la supervivencia de los adultos.

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