Se observa en el latín como flos, floris, y con él se hace referencia a la parte de las plantas en la que se encuentran los órganos reproductores. El significado de esta palabra se proyecta en contextos del lenguaje muy distintos: como metáfora de las cosas bellas, como nombre propio de mujer, como símbolo en la tradición heráldica, etc. El núcleo etimológico, flos, es compartido en palabras con referencia en latín como: Floricultura (neologismo sobre flos, floris y cultūra), flora (en Flora, haciendo homenaje además a la diosa del mismo nombre), desflorar (en deflorāre) o floral (en florālis) perteneciendo a la misma familia a nivel lingüístico.
La belleza y el aroma de esta estructura de las plantas está presente en manifestaciones culturales y tradiciones diversas: para honrar a los muertos, para regalar a la persona amada o para decorar jardines
Observar, por otra parte, que muchos territorios utilizan alguna flor de manera simbólica (por ejemplo, el lirio de mayo representa a Colombia y cada uno de los estados de Estados Unidos está representado con una flor).
De la mitología romana a los juegos florales de siglo XlX
En la civilización romana se incorporaron las divinidades de los griegos. Así, la diosa griega Cloris se transformó en Flora en la mitología romana. Se trata de una bella doncella que era representada con flores en el cabello y en su vestimenta y que tenía la costumbre de obsequiar a los hombres con un poco de miel.
Simbolizaba el eterno renacer de la naturaleza y en su honor se realizaban unos festejos populares conocidos como Floralia o juegos florales (ludi floreales).
Esta festividad tenía lugar entre los últimos días de abril y los primeros días de mayo y el objetivo de la misma era ensalzar la dimensión lúdica y sensual de la existencia. Los originarios juegos florales de los romanos evolucionaron y con el tiempo se convirtieron en certámenes dedicados a la divulgación de la poesía (esta tradición adquirió un singular auge en el siglo XlX en ciudades como Barcelona y Toulouse).
Expresiones y refranes
Para referirnos a un conjunto de personas que conforman un colectivo selecto o privilegiado decimos que se trata de la «flor y nata de la sociedad«. Cuando un acontecimiento ocurre durante un breve periodo de tiempo y causa una gran sensación de manera fugaz afirmamos que es «flor de un día». Si alguien se muestra especialmente sensible puede decir que «tiene los nervios a flor de piel». Si una persona es la mejor dentro de un grupo, se podría afirmar que es la «flor de la canela».
En el refranero español son abundantes las referencias a esta palabra: «Abril trae flores y mayo se lleva los honores», «en enero flores, en mayo dolores», «mucha flor en primavera, buen otoño nos espera» o «flor sin olor, le falta lo mejor».
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Referencia APA
Benjamin Veschi, 11/2018, en https://etimologia.com/flor/