Evidenciado en el latín como symbŏlus, sobre el griego sýmbolos, formado por el prefijo sin-, dada la articulación griega syn-, que señala la idea de reunión, encuentro o unión, sobre la referencia indoeuropea *sun-, contemplado como el conector con, y -bolo desprendido del verbo ballein, que remite a lanzar o tirar, con raíz en el indoeuropeo *gwele-, por tirar.

Es posible observar el efecto del prefijo syn- en sistema (declarado en el griego como sýstēma), síntesis (sobre el griego sýnthesis), o simetría (apreciado en el griego como symmetria); por su parte, ballein aparece en metabolismo (pautado en el griego metabole) o problema (por la forma griega próblēma).

Se considera como símbolo a toda expresión gráfica o visual que permite identificar algo, haciendo posible la configuración y comunicación del idioma, así como representar hechos, o actuar a nivel semiótico por la asociación de signos de alcance social universal como la cruz de una iglesia o la estrella de la vida que acompaña las ambulancias.