Tiene origen en el latín como solĭtas, que refiere la cualidad de estar sin nadie, o sea solo. Supone uno de los estados y sentimientos más comunes que las personas atraviesan en su vida, caracterizándose por la ausencia de compañía, ya sea esto por una causa voluntaria, porque así se lo desea o decide, o porque la persona o el par que acompañaba falleció o se fue por alguna razón.
Favorece la creatividad de artistas y autores
La recurrencia de su experimentación ha generado que sea una temática, y para algunos que no pueden sobrellevarla una problemática, muy abordada desde diversos ámbitos, especialmente desde las artes, a razón de la sensibilidad del tema: la literatura, la pintura, y la música, cada una desde su formato, no se han cansado de hablarle a la soledad.
Pero también por disciplinas cuyo objetivo es profundizar en la psiquis y el alma humana, tales como la psicología y la filosofía.
A la soledad se la puede considerar desde dos lugares contrapuestos, uno positivo, que la disfruta y que le permite en ese estado caracterizado por la tranquilidad y la ausencia de los otros reflexionar, pensar, meditar, auto conocerse, y sentirse libre para poder darle rienda suelta a los impulsos motivadores que se presentan.
En el caso de los artistas, el aislamiento que caracteriza la soledad suele ser el inspirador de una obra, difícilmente, alguien pueda crear en el marco de un contexto de multitudes.
Si la soledad no se disfruta, enferma
Y desde otro negativo, porque se la sufre enormemente, ocurriéndole a las personas que no les gusta estar solas, porque eso las pone tristes, melancólicas, y en los casos más extremos hasta pueden desarrollarse patologías graves como la depresión.
Cuando la soledad es aceptada y disfrutada, o incluso buscada por alguien, es un seguro camino hacia la creatividad, mientras que lo opuesto resulta en desconsuelo y un estado limitante.
Hay personas que viven a la soledad como el fin del mundo, como una tragedia, mientras que del otro lado hay quienes lo sienten como un alivio y desean conservarla.
Estar de un lado o del otro dependerá de diversos factores como la personalidad, el carácter, las experiencias, entre otros.
Una de las situaciones más emblemáticas en las que las personas sienten soledad es cuando un ser querido fallece o cuando se produce una ruptura amorosa.
Ahora bien, en el caso de las relaciones afectivas, aquel que sigue amando a pesar del fin de la relación será el que más sufra la soledad.
Sentirse solos sin estarlo
Es importante mencionar que si bien el concepto está asociado a estar solo, sin la compañía de nadie, también es habitual que algunos se sientan solos aún estando acompañados, y generalmente esto está vinculado a la melancolía que desencadena pensar en el pasado, en quienes no están, o por el sentimiento de desunión que se percibe en la comunidad que se integra.
Las personas somos seres esencialmente sociales, necesitamos estar en contacto constante con otros pares para compartir actividades, experiencias, sentimientos.
Algunas personas lo sienten así más que otras y aquí es donde puede pesar o no la soledad.
La hiper-conectividad afectó los vínculos
En la actualidad, las nuevas tecnologías posibilitan la comunicación constante entre las personas, inclusive, podríamos decir que estamos en una época donde la híper comunicación manda y que el que no se conecta con otro es porque no quiere.
Sin embargo, y a pesar de las variadas alternativas que se nos ofrecen en este aspecto, la sociedad atraviesa también un momento de falta de comunicación real y sincera.
Al pasar todo por las redes sociales y los mensajes de chats las personas han dejado de interactuar cara a cara y cuando lo hacen muchas veces la tecnología se interpone en la fluidez y en la calidad comunicativa.
Se termina manteniendo charlas breves e instantáneas que dificultan en muchos casos la profundización de vínculos.
También por esta situación hay mucha gente que se siente sola a pesar de estar acompañada todo el día o hiperconectada.
-
Referencia APA
Benjamin Veschi, 01/2019, en https://etimologia.com/soledad/
-
Idit CikurelMay., 2023
Me parece un buen análisis, y rescato justamente, que la soledad en sí misma no es buena ni mala … todo depende de la percepción y el estado de esa persona. No hay mayor soledad que la del individuo que está rodeado y se siente solo. A su vez el que disfruta de su soledad, muchas veces no se siente solo, simplemente está acompañado por si mismo y sus vivencias.
-
Laura Nury Vargas SánchezJul., 2023
Gracias, fue de gran ayuda el artículo