Etimología de Tragedia

Atuendo del Rey Edipo, entre los símbolos clásicos del arte griego
Susan Vineyard

Encuentra referencia en el latín tragoedĭa, y éste sobre el griego tragōidía, constituido a partir de dos elementos: trágos, refiere a un macho cabrío y oidía, que comprende un canto. Esta curiosa unión tiene una explicación: durante las representaciones teatrales dedicadas al dios Dionisio un macho cabrío era sacrificado y en ese preciso momento los que formaban el coro cantaban una oda.

Los antiguos griegos eran apasionados del teatro. De hecho, fueron quienes crearon los tres géneros clásicos de la dramaturgia: comedia, drama y tragedia. Este último era en su origen remoto una representación en la que los actores estaban inmersos en una trama marcada por el dolor y el sufrimiento.

El teatro griego en sus orígenes debe enmarcarse en el contexto de los rituales sagrados

En las principales ciudades de la región del Ática los pueblos griegos escenificaban distintas ceremonias para venerar a sus dioses. Las representaciones trágicas eran historias con un contenido moralizador. En otras palabras, simbolizaban el respeto a las divinidades y a las tradiciones.

En las representaciones trágicas se veneraba a Dionisio, el dios del vino y la vegetación. Los griegos respetaban a Dionisio porque favorecía las cosechas y también porque temían su ira. En la ciudad de Atenas se celebra una fiesta en su honor al inicio de la primavera, las dionisíacas.

Melpómene, musa de la tragedia, y máscaras representativas. Akarb y Portokalis

Los rituales que se realizaban durante esta celebración constituyen el germen de la tragedia. Con el paso del tiempo las celebraciones adquirieron una nueva dimensión con la introducción de coros y danzas en las representaciones.

Así mismo, los actores llevaban máscaras adornadas con cuernos de machos cabríos. Por este motivo el público asistente llamó a estas representaciones tragoidías.

La interpretación nietzscheana

Desde la mente de Nietzsche. Davide Zanin, Karacacennet

En 1871 fue publicada la primera obra del filósofo Friedrich Nietzsche: «El nacimiento de la tragedia en el espíritu de la música«. Para el filósofo alemán el arte es el único camino que nos permite afrontar el dolor de la existencia. Desde su punto de vista, el pensamiento occidental ha aniquilado la auténtica vitalidad del ser humana.

Con el fin de recuperar la genuina fuerza vital Nietzsche se inspiró en la tragedia griega. En el espíritu de aquellas representaciones dedicadas a Dionisio encontró el camino correcto para rescatar el vitalismo que la filosofía occidental había perdido.

A partir de su reflexión sobre la tragedia griega, Nietzsche presenta un análisis filológico y al mismo tiempo filosófico. El propósito de su obra es, en síntesis, la exaltación de la visión dionisíaca y el desprecio de la concepción apolínea (desde su punto de vista lo apolíneo simboliza la objetividad y el rigor en el arte y en el pensamiento).

Para Nietzsche el hombre occidental ha seguido, metafóricamente hablando, el rumbo del dios Apolo y se ha olvidado de la pasión y la energía representada por el dios Dionisio.

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