Etimología de Teatro

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Se ubica en el latín theātrum, trasladado del griego en la figura théatron, el cual postula un espacio de apreciación. Asimismo, guarda vínculo con el verbo théaomai, que se traduce precisamente como contemplar. En su deconstrucción destacamos que «theá» refiere a la visión, y «-tron» al lugar físico que cobra protagonismo.

Que el origen de esta palabra nos remonte al griego no es casualidad, porque manifiesta la íntima vinculación, relevancia, e influencia que esta cultura ha tenido en el desarrollo y difusión de una de las artes más antiguas que ha desplegado el ser humano, tanto como expresión cultural, como actividad elegida para el entretenimiento en los tiempos de ocio.

Una cultura apasionada por el teatro

Los griegos no solamente fueron grandes promotores de estos espectáculos como arte sino que a ellos se les debe también, por un lado, el diseño de un espacio dedicado exclusivamente para la representación teatral, con las condiciones básicas para que esta se disfrute, y por otra parte la creación de dos de sus géneros emblemáticos: tragedia y comedia.

Entre 550 y 220 A.C., cuando la cultura teatral se afincó y se volvió pasión para los griegos, se erigieron construcciones especiales para disfrutar del espectáculo: un espacio en semicírculo al aire libre que se denominó como orchestra, frente al cual se dispuso un amplio lugar con asientos y escaleras para facilitar la contemplación y el acceso de los espectadores a los espectáculos más variados que se representaban: danzas, cantos corales, recitados, entre otros.

Comedia y tragedia: los géneros creados y que sobrevivieron a la influencia griega

– La tragedia griega tuvo muchos cultores, sin embargo, el más notable suele ser aquel que sienta las bases, y por eso Esquilo está considerado como uno de los pioneros del género.

– El sufrimiento del ser humano es el habitual protagonista de sus trágicas historias, provocadas por la acción maligna de alguien y que desencadenan un sinfín de pesares y desagracias.

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– Esquilo fue un asiduo competidor de las clásicas competencias Dionisias en homenaje al Dios del vino; fue reconocido por su obra Los siete contra Tebas.

– También hubo espacio para la risa a través de las comedias, posteriores cronológicamente a las tragedias, y en las cuales Aristófanes se consagró como el rey de la misma.

– Un elemento clave e infaltable del postulado griego, que incluso se adoptó en siglos posteriores bajo el dominio del dramaturgo inglés William Shakespeare, fue el coro, compuesto por una serie de actores encargados de comentar las acciones principales que se desarrollaban en escena.

En el plano creativo e inspirador, las musas, divinidades e iconos de la inspiración artística griega, fueron fundamentales en el desarrollo artístico de esta cultura, y específicamente del teatro, que se consagró a ellas.

El «templo» de la representación teatral

No podemos soslayar que dramaturgos, actores, y espectadores, al unísono, le han atribuido a algunos espacios un poder especial que los erigió en auténticos «templos», porque en ellos confluyeron representaciones inolvidables: los griegos Epidauro y Dionisio, o el inglés The Globe, donde se representaron las obras más emblemáticas de Shakespeare. Éste último, construido en 1599, a orillas del Río Támesis, es uno de los referentes más antiguos e icónicos del mundo hoy.

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Víctima de un feroz incendio Reinaugurado en varias ocasiones, y siempre respetando su diseño original, en 1997, se lo rebautizó como Shakespeare’s Globe, en homenaje a la gran leyenda, cuyas comedias y tragedias siguen representándose con notable éxito cinco siglos después: Romeo y Julieta, Hamlet, Otelo, Macbeth…

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