Como sustantivo, se ubica en el latín como inventio, inventiōnis, expresando un hallazgo y afirmándose hacia la idea de creación sobre alineamientos de creatividad e innovación con respecto a los estándares conocidos o para señalar algo que tiene tales características. La deconstrucción identifica el prefijo latino in-, que refiere al interior interpretado en el marco de algo que nace de uno, con raíz indoeuropea en *en-, entendido como ‘en’ o ‘dentro’; acompañado por el verbo venīre, que remite a ‘venir’, ‘asomar’, ‘llegar’, sobre el indoeuropeo *gwa-, contemplando algo o alguien que está llegando o en camino; y moldeado por el sufijo -ción, que tiene su forma en el latín -tio, -ōnis, para determinar acción y efecto. Por su parte, observar asociaciones sobre el núcleo lingüístico, todas en el eje del latín: invento en inventum, la figura del inventor se registra como inventor, asimismo innovación se aprecia en innovatio.
Primeros inventos en la historia de la humanidad
La capacidad de razonar o raciocinio es la facultad que caracteriza al ser humano como especie. Esta predisposición natural es consustancial al hombre y, por lo tanto, anterior a la escritura, a la fabricación de cualquier utensilio o a las técnicas agrícolas.
Quienes han estudiado la Prehistoria coinciden en una valoración: el fuego fue la primera invención de la humanidad. Este acontecimiento ocurrió hace 500.000 años y gracias al mismo fue posible proporcionar una fuente de calor y mejorar la preparación de alimentos.
Los restos de la prehistoria demuestran que el hombre creó las primeras invenciones a partir de los elementos que le rodeaban, ya sean piedras, huesos o trozos de madera. Con estos materiales empezamos a crear utensilios. Así, con una piedra de sílice sujetada a un palo de madera se crearon las primeras hachas, que servían para cazar, para cortar leña o bien como arma de ataque y defensa.
Se calcula que hace 5000 años fue inventada la rueda en Mesopotamia a partir de un sencillo disco de madera (inicialmente este invento se utilizó en la alfarería y con posterioridad se empleó en la construcción de carros). Después de este artilugio revolucionario vinieron otros muchos: el arado, las embarcaciones, el pozo de agua, la tinta, las monedas, las lámparas de aceite o las vasijas.
Paralelamente, se crearon unas invenciones singulares, las primeras manifestaciones artísticas.
Cada etapa de la humanidad se identifica con una invención revolucionaria
En la actualidad hablamos de la revolución de internet o de la irrupción de las nuevas tecnologías en todas las esferas de la vida cotidiana. El binomio etapa histórica-invento tiene una larga trayectoria: el avión a principios del siglo XX, el automóvil a finales del XlX, la máquina de vapor en el XVlll, el barómetro de mercurio, el telescopio o el reloj de péndulo en el XVll, el microscopio o el inodoro en el siglo XVl y la imprenta en el siglo XV.
En ocasiones los inventos tuvieron una finalidad inicial y luego adoptaron otra muy distinta (por ejemplo, la pólvora surgió en el siglo X para propulsar proyectiles y con el paso del tiempo se ha empleado para los fuegos artificiales).
En algunas disciplinas concretas, una técnica novedosa representó un cambio sustancial (por ejemplo, la anestesia fue un paso determinante para reducir el dolor en las intervenciones quirúrgicas).
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Referencia APA
Benjamin Veschi, 12/2018, en https://etimologia.com/invencion/