Tiene referencia en el latín tardío antagonista al respecto del griego antagōnistḗs, marcado por anti, interpretado por contra, con raíz en el indoeuropeo *ant-, por antes o adelante, conjugándose con el verbo agonizar, dado en el latín tardío agonizāre vinculado al griego agōnízesthai, por la acción y el sentimiento de combatir, procediendo de agōn, remitiendo a pelea o enfrentamiento, en relación al verbo agein, por actuar, encontrando referente en el indoeuropeo *ag-, por mandar o mover. En nuestros tiempos expresa efectivamente la incompatibilidad u oposición sustancial en materia de opiniones o conductas, entre cosas o personas.

El estereotipo que encarna el mal y combate a los buenos

Así, a instancias de un relato de ficción: obra literaria, película, obra teatral, novela, el personaje que asume un rol con características antagónicas se opone en todo lo que hace y dice el protagonista, al cual se le atribuye un perfil heroico, mientras que el antagonista casi siempre es el malo o villano que hace todo cuanto está a su alcance para complicarle la vida al protagonista, esta es precisamente su misión en la historia.

Sin la lucha que se entabla entre ellos no existiría el conflicto que es el foco de cualquier propuesta de ficción. El Guasón es el antagónico de Batman; la novia ambiciosa y despiadada suele ser la oposición a la joven pobre y carismática que enamora al galán en las telenovelas…

Aires de cambio: antagonistas que ya no hacen maldades sino dicen verdades incómodas

Vale destacarse que no necesariamente quien actúa como antagonista tiene que ser malo. Si bien ha sido una costumbre de larga data que actúe como tal, en los últimos años ha cambiado el paradigma en este sentido, y hoy, nos encontramos con personajes que se contraponen especialmente por opiniones, maneras de actuar o de pensar, y no por bondad o maldad como antaño.

Otra cuestión que está cambiando en los tiempos que corren son los finales felices en los que los héroes buenos siempre ganan al final de la historia mientras que los malos sufren todo tipo de calamidades después de habérselas proferido al protagonista.

Probablemente sea el cambio cultural que se está viviendo en muchos aspectos de la sociedad, básicamente con las cuestiones de género y de tolerancia a las minorías, que por ejemplo muchas historias muestran en sus finales la convivencia entre posturas contrarias, o directamente el triunfo de aquel que no responde a los cánones típicos del héroe, sino que por el contrario, se muestra dubitativo, frágil.

La dramaturgia griega de Esquilo pionera en la creación del antagonista

Su presencia en los relatos ficcionales es ciertamente milenaria, se remonta a la Antigua Grecia y al auge del teatro en esta civilización donde adquirieron entidad y popularidad los géneros de la tragedia y la comedia.

En el comienzo de las tragedias la historia se planteaba con el protagonista y el coro hasta que uno de los emblemas de la tragedia griega, el dramaturgo Esquilo (525-456 A.C.), introdujo en escena un segundo personaje que se oponía al protagonista y eventualmente se aliaba a él.

En bioquímica, fisiología, medicina, o farmacología, es la sustancia natural o sintética, o la parte del organismo que bloquea la acción de otros elementos.

A instancias de la política, la izquierda es antagónica a la derecha y suelen combatirse una a la otra ya que proponen idearios diametralmente opuestos.