Etimología de Utopía

Peterschreiber

Dado en el latín moderno como utopia, al respecto de la obra Utopía, de 1516, por el filosofo multifacético inglés Tomás Moro. Este neologismo está formado por los componentes griegos: οὐ, que remite a no, por otro lado, tópos, señalando lugar, y concluye el sufijo -ia, para brindar cualidad. Curiosamente, este lugar inexistente en la realidad sí existía en la imaginación de Moro y se trataba de una isla en la que los hombres llevaban una vida plena y feliz.

El anhelo de un mundo ideal

Antes de la publicación de la obra de Moro ya existían referencias a lugares ideales en los que era posible la armonía entre los seres humanos. En el Jardín del Edén del Antiguo Testamento el Creador colocó a Adán y Eva y allí llevaron una vida sin padecimientos hasta que comieron del fruto prohibido.

En la mitología griega los Campos Elíseos constituyen un lugar sagrado habitado por las almas inmortales de las personas más nobles y virtuosas.

En «La República«, Platón expone su modelo de sociedad ideal (en esta obra el filósofo ateniense presenta un programa educativo y un análisis detallado sobre los valores morales que deberían guiar a una sociedad).

La propuesta de Tomás Moro

«Utopía» es un libro de viajes donde el lector encuentra ingredientes diversos: ficción, historia, análisis filosófico y derecho. En su isla imaginaria los habitantes viven en armonía, ya que no hay delitos y reina la justicia.

Para Moro, la felicidad del conjunto de la sociedad es posible si desaparece el dinero y la propiedad privada. Con la abolición de estos dos elementos se va formando espontáneamente una sociedad en la que no existe la vanidad, la envidia y la codicia.

Los socialistas científicos que se inspiraban en los planteamientos de Marx y Engels acuñaron el término «socialistas utópicos» para referirse a los reformadores sociales del siglo XlX

Para el filósofo francés Saint-Simon hay dos circunstancias que impiden el progreso de la humanidad: la pobreza de algunas capas sociales y la guerra. Entre sus propuestas para lograr la emancipación del ser humano podemos destacar dos: la abolición de las herencias y un sistema de producción guiado por el estado y orientado al bienestar de toda la sociedad.

Charles Fourier ideó una comunidad productividad, el falansterio. En ella los hombres podrían elegir libremente su actividad profesional, se garantizaría un salario mínimo para los trabajadores y habría mecanismos para repartir los beneficios entre los empresarios y los asalariados.

El inglés Robert Owen defendió un modelo social basado en la fraternidad. Así mismo, en el ámbito laboral propuso un sistema de cooperativas, una limitación de los beneficios y la promoción de la cooperación frente a la competencia.

La etiqueta «socialista utópico» se usó en un sentido despectivo, ya que la corriente marxista entendía que los utopistas habían renunciado a la lucha de clases y a la revolución obrera.

Buscador