Combina los elementos del latín ultra-, indicando que algo se sitúa en una posición extrema, y directus, marcando rigidez. Así, por ejemplo, una persona ultracatólica es alguien que lleva sus creencias religiosas hasta un límite exagerado y un artilugio ultraligero es aquel cuyo peso es muy reducido. En el plano de la política, las personas con una ideología conservadora son de derecha, y si sus principios van más allá del conservadurismo convencional se dice que son de ultraderecha.
El origen de las etiquetas izquierda y derecha en la esfera política
La toma de la Bastilla el 14 de julio de 1789 fue el detonante de la Revolución Francesa. Tras el proceso revolucionario la nueva asamblea nacional constituyente se dividió en dos grupos mayoritarios: aquellos miembros cuyos asientos estaban ubicados a la derecha de la cámara eran los girondinos y quienes se situaban en la parte izquierda eran los jacobinos.
Los girondinos defendían el poder del rey y consideraban que el monarca debía tener la facultad de vetar cualquier decisión de la asamblea popular. Este grupo estaba formado por miembros de la nobleza y el clero partidarios del absolutismo y por la alta burguesía.
Por el contrario, los jacobinos representaban a las clases populares y proponían una nueva constitución republicana. Entre unos y otros se encontraban los burgueses que apoyaban una monarquía con algunas reformas.
Un breve análisis sobre la clasificación ultraderecha
Si bien en cada nación la ideología de derechas tiene sus propios matices y singularidades, es posible hablar de algunos rasgos generales: posiciones tradicionales con respecto a la familia y a la cultura en general, defensa del modelo capitalista y de los valores asociados al mismo y rechazo de las corrientes rupturistas que alteren el orden establecido. Quienes mantienen estos criterios son individuos conservadores y los que se oponen a ellos son progresistas.
Cuando la defensa de los ideales conservadores alcanza un punto extremo, la idea de derecha se convierte en ultraderecha. Como cualquier otro movimiento o corriente ultra, ésta se caracteriza por los postulados radicales, el fanatismo y la ausencia de moderación en sus planteamientos. Una persona de derecha puede ser comprensiva en relación con la homosexualidad, la emigración ilegal, las distintas creencias religiosas o el aborto, pero aquella que se declara de ultraderecha destaca por una posición enérgica contra todo ello.
Son muchas las denominaciones afines, siendo que una persona es descrita como reaccionaria cuando se opone a cualquier tipo de reforma o transformación social
El término contrarrevolucionario se empezó a usar en el contexto de la Revolución francesa para referirse a los partidarios del monarca absolutista.
El fascismo es un movimiento político creado en Italia y se relaciona con la figura de Benito Mussolini. En el siglo XX en España y Portugal hubo dos sistemas dictatoriales con un marcado estilo nacionalista, profundamente católico y muy conservador (en el caso del España quienes apoyaban al dictador Franco fueron conocidos como franquistas o bien como fachas).
Nazismo, neoconservadurismo o neofascismo son otras etiquetas asociadas a la idea de ultraderecha. Como pauta general todas estas denominaciones se utilizan de una manera peyorativa o directamente como un insulto.
-
Referencia APA
Benjamin Veschi, 11/2018, en https://etimologia.com/ultraderecha/