Posee referencia en el francés antiguo infraction sobre el latín infractĭo, permitiendo identificar el prefijo in-, con raíz en el indoeuropeo *en, para determinar un no, de negación, y la influencia del verbo frangere asociado al participio fractus, sobre un origen indoeuropeo en *bhreg-, refiriéndose a quebrar. Se postula de este modo el actuar, sea voluntario o involuntario, con respecto al incumplimiento de normas establecidas por el marco jurídico que rige la sociedad o que se expresan en niveles inferiores de organización social, aclarando que ninguna regla puede contradecir lo dictado en la constitución nacional.

Sobre la influencia dada por fractus, se observa una serie de términos en la base del latín: fragmento en fragmentum, sufragio en suffragium, naugrafio en naufragium, o fractura en fractūra. Por su parte, se registra en el latín tardío la figura del infractor como infractor.

En los textos de las primeras civilizaciones aparece la idea de infracción

Si bien los romanos fueron quienes desarrollaron los principios del derecho, el primer código legislativo pertenece a la civilización sumeria de hace 4000 años.

En el Código de Hammurabi encontramos un rudimentario cuerpo legal formado por más de 200 preceptos o normas sobre todo tipo de asuntos (honorarios profesionales y salarios, el daño a la propiedad, los derechos de los esclavos, el robo…). Toda acción que se aleje de los preceptos del Código suponía una infracción y como tal debía ser castigada.

En el contexto de la religión también existen las infracciones

La idea de pecado de la tradición judeo-cristiana lleva implícito el incumplimiento de un mandato divino. En el budismo y en hinduismo hay una ley natural que debe respetarse (el dharma) y si ocurre lo contrario se produce una infracción (dharma es el término en sánscrito que expresa la idea de conducta correcta).

En la civilización griega quien se opone a la ley o nomos provoca una alteración del orden social. En Las Leyes de Platón, el último de sus diálogos, el nomos se presenta como la garantía de estabilidad de la polis (en el contexto de la polis de Atenas las distintas formas de corrupción política, en especial el soborno, eran consideradas las peores infracciones que un ciudadano podía cometer).

¿Cuál fue la primera norma social?

Al margen de los textos legales o religiosos de la antigüedad, los antropólogos sostienen que la primera norma social que se consolidó de manera generalizada fue la prohibición del incesto. Se trata de una norma no escrita pero que formaba parte de la mayoría de colectivos humanos.

Al carecer de unos instintos potentes que guían la conducta de una manera automática, el ser humano necesitó algún tipo de artificio que regulase las normas de conducta. El primer artificio ético fue la norma de la prohibición del incesto.

Para el antropólogo polaco Bronislaw Malinowski dicha prohibición constituye la clave para comprender las primeras sociedades humanas, ya que esta norma regula el orden social entre padre y madre, entre hermanos y hermanas y entre progenitores y prole. En otros términos, la prohibición del incesto es el germen de la familia, la primera institución humana.