Este término hace referencia al sistema de producción en cadena impulsado por el fundador de la Ford Motor Company, Henry Ford (1863-1947). Por lo tanto, conjuga los elementos Ford, en homenaje a la personalidad que lo impulsó, y el sufijo del latín -ismo, que refiere a la idea de doctrina. Inicialmente se aplicó en la industria del automóvil pero con el paso del tiempo se proyectó en otros sectores industriales. Supuso una revolución tecnológica con profundas implicaciones sociales.
Aspectos fundamentales
El modelo industrial anterior ya incorporaba procesos de mecanización avanzados y una notable especialización en el trabajo, pero fue Henry Ford quien los proyectó en el sistema de producción de automóviles (el fordismo es considerado el heredero natural del taylorismo, un sistema de producción basado en la organización científica del trabajo).
La producción en cadena propuesta se inició con la fabricación del modelo Ford T a partir de 1908 y se desarrolló plenamente tras la ll Guerra Mundial. Esta forma de producción tenía tres características fundamentales:
1) las cadenas de montaje fabricaban un elevado número de bienes de consumo,
2) la producción en serie iba acompañada de unos costes de producción bajos y
3) el trabajador tenía una gran especialización laboral. De manera complementaria, el nuevo paradigma en la fabricación de bienes estuvo asociado a un incremento salarial de los trabajadores y al surgimiento de una clase media.
Por otra parte, favoreció una mejora de las condiciones laborales de los trabajadores (negociación colectiva, indemnización por despido, derecho a las vacaciones…).
Por último, el nuevo modelo productivo sirvió para consolidar el american way of life y permitió que Estados Unidos se convirtiera en la primera potencia mundial.
Posfordismo y Toyotismo
A partir de la crisis del petróleo en la década de 1970 el modelo creado por Henry Ford comenzó a debilitarse. El posfordismo está relacionado con un nuevo paradigma económico, ya que la sociedad industrial tradicional ha sido reemplazada por una sociedad que consume servicios y que está inmersa en las tecnologías de la información.
En el sector de la industria automovilística la compañía japonesa Toyota creó un nuevo sistema productivo, el toyotismo. Este modelo corregía algunos aspectos del fordismo, ya que introducía una mayor flexibilidad en la producción, potenciaba el trabajo en equipo, proporcionaba una mayor eficiencia tecnológica y se reducían significativamente los tiempos en la ejecución de las tareas.
Desde la perspectiva del socialismo
Taylorismo, fordismo o toyotismo son términos que están contextualizados en el marco del capitalismo. En la esfera del socialismo existen, lógicamente, otros conceptos asociados al sistema de producción.
El estajanovismo fue un movimiento obrero típico de la Unión Soviética durante la década de 1930. Su fundador fue un minero llamado Alekséi Stajánov, quien en su actividad profesional incrementó notablemente la extracción de carbón (en un solo día recolectó una cantidad de carbón muy superior a los estándares de su época). Esta iniciativa individual fue imitada por otros trabajadores con el fin de incrementar el rendimiento económico en el sistema de producción.
El kibutz es una explotación agrícola colectivista que empezó a desarrollarse en los primeros años de la creación del estado de Israel. Los principios generales de esta forma de producción son los siguientes:
1) la propiedad de la Tierra y todos los bienes pertenece a una colectividad,
2) el sistema laboral se basa en estrictos criterios igualitarios (en los salarios y en la distribución de las tareas) y
3) las decisiones estratégicas que se adoptan son sometidas a un proceso de votación directa.
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Referencia APA
Benjamin Veschi, 11/2018, en https://etimologia.com/fordismo/