Este sustantivo tiene origen en el latín pudor asociado al verbo pudere, postulando rasgos de comportamiento, a través de las cuales aquella persona pudorosa actúa de manera recatada, con modestia y siguiendo las pautas establecidas para evitar la posibilidad de sentirse avergonzado. Por otro lado, impudicia y desvergüenza se reflejan como expresiones antónimas.
A partir de los núcleos etimológicos del latín pudor-pudere, es posible identificar un vínculo con respecto a: pudoroso en pudorōsus, pudendo en pudendus, púdico en pudīcus, y repudio en repudium.
El comportamiento impúdico de Diógenes de Sínope
Este atípico filósofo griego vivió en el siglo V a. C y tanto su trayectoria vital como sus ideas las conocemos a través de otros filósofos. Durante su vida se dedicó a subvertir el orden establecido en la sociedad y para ello adoptó una postura provocativa e irreverente. Viajó por toda la Hélade y se asentó finalmente en Atenas, donde aprendió de su maestro Antístenes, un antiguo discípulo de Sócrates.
Diógenes ha pasado a la historia por su comportamiento impúdico, es decir, desvergonzado y provocador. Rechazó las normas sociales establecidas y vivió sin ningún bien material para no sentirse esclavizado por nada ni por nadie. Vestía con un modesto manto y portaba un pequeño cuenco para beber y comer lo estrictamente necesario. En sus paseos por Atenas adoptaba un comportamiento transgresor: en verano se revuelca sobre la arena caliente, en invierno abraza las frías estatuas, mantiene relaciones sexuales en público, desafía intelectualmente a los grandes filósofos y cuestiona las normas establecidas y el papel de los dioses.
Su comportamiento fue considerado escandaloso por los atenienses, quienes le llamaron despectivamente «Diógenes el perro» (el perro es un animal que vive con los hombres pero no sigue las normas establecidas por ellos).
Cuando Alejandro Magno se cruzó con Diógenes, el gran líder le dijo que le pidiese cualquier cosa y se la concedería, a lo que el filósofo respondió que no necesitaba nada, solamente que se apartara de él para así recibir los rayos de sol.
En relación con el sexo
La expresión de la sexualidad individual de una manera espontánea y abierta no es asumida por todos. Hay personas que tienen una cierta vergüenza a la hora de exponer su cuerpo desnudo o de mostrar sus inclinaciones sexuales de manera evidente. Esta actitud recatada y pudorosa está muy arraigada en la sociedad y se fundamenta en la tradición cristiana.
En este sentido, es importante recordar que en el cristianismo las prácticas sexuales son legítimas dentro del matrimonio y con el objetivo de la procreación y fuera de este marco son entendidas como inclinaciones lascivas, deshonestas o directamente pecaminosas.
Otros sentidos del término
La actitud pudorosa también está relacionada con la manifestación de los propios sentimientos y deseos íntimos. Actuar con pudor o vergüenza implica un cierto grado de timidez. Así mismo, el pudor puede ser entendido como una virtud moral, pues implica que alguien respeta las normas consideradas decentes.
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Referencia APA
Benjamin Veschi, 05/2019, en https://etimologia.com/pudor/