El pirronismo tiene su origen en Pirrón, quien fue un apreciable filósofo de su tiempo. Remite a una doctrina o práctica filosófica. Asimismo, tiene como fin principal a la psicología del ser, lo que busca es anular el estado del criterio en todo aquél que la practique.

Se presume que Pirrón nació en el Peloponeso (360 a.C.-270 a.C.), a su vez, su formación proviene de la doctrina de Anaxarco debido a que fue un discípulo acérrimo de este. Es pertinente mencionar que Pirrón, además de estar influenciado por el pensamiento filosófico griego, también recibió una inmensa cantidad de conocimiento e ideas provenientes de la India debido a que tanto su maestro como él realizaron múltiples incursiones en dicho territorio con el fin de hallar y asimilar nuevas concepciones de lo que para aquél entonces se conocía como naturaleza, mundo y cosmos.

El nacimiento de un pensamiento filosófico

Según Pirrón, por medio de la anulación de nuestro juicio seremos capaces de acceder de forma plena a la ataraxia. Por ataraxia debemos entender a un estado en el cual el individuo consigue elevarse por encima de todas las ataduras palpables y sensoriales para ingresar a un contexto mental de felicidad imperturbable.

Ataraxia y catalepsia, las bases del pirronismo

En la concepción de Pirrón, una vez que el individuo era capaz de conseguir el estado de ataraxia, debía estar preparado para sumergirse en el proceso de la acatalepsia. El vínculo ataraxia- catalepsia era, para Pirrón, la transformación existencial más importante que el filósofo tenía que llevar a cabo. Dicho proceso de acatalepsia consiste en que el ser no debe sustentar ni afirmar nada de lo que ve o siente debido a que estas percepciones no guardan relación alguna con la verdad de las cosas.

Según Pirrón, simplemente captamos superfluas apreciaciones que no guardan correlación alguna con la esencia del universo y, en caso de que las podamos evaluar, nunca podríamos saber qué tan cerca están de la realidad. Por tal motivo, un filósofo de la escuela pirronista es un ser totalmente escéptico, afirma y refuta cualquier problema que se le plantee con el fin de evitar el nacimiento o formación del dogma.

Porque las cosas nunca se conocen perfectamente

Así pues, una vez que Pirrón estudiaba las ideas en contra y a favor de algo, procedía a emitir su juicio; porque “es preciso investigarlo de manera más amplia”, lo que sin lugar a dudas daba a entender que las cosas nunca deben darse por acabadas debido a que la verdad es relativa y nada se puede conocer en su totalidad.

Asimismo, y para concluir, al pensamiento pirronista se le conoce como la primera escuela de filosofía occidental que fue capaz de comprender el problema y la complejidad del conocimiento verdadero impartido mediante la inducción.