Primeramente, idea es observable en el latín idĕa, sobre la raíz griega idéa, hace referencia a la apariencia o forma de algo, asociándose con el término idein sobre un tinte filosófico, por aquello que uno ve o visualiza. Se puede decir que cuando hablamos de tener una idea estamos comunicando que «observamos algo» a partir de nuestra reflexión o análisis. Desde el griego idéa, se establece el núcleo para ideal (en latín como ideālis), idealismo (combinación del latín ideālis y el griego -ismo, por corriente), o ideología (del francés idéologie sobre los componentes griegos idéa y -logía).
Por su parte, principal procede del latín principālis, sobre el elemento primus, que indica aquello primero, y capere, por tomar u obtener, pautándose en relación a la figura de poder de un individuo o como parte de un proceso de análisis compartivo con el fin de seleccionar aquello que tiene mayor relevancia. Éste último planteo es el que se asocia a este contexto en particular de discernimiento alrededor de una idea.
Una realidad lógica, psicológica y metafísica
1. Por un lado, equivale a concepto (en este caso la diversidad de elementos o cosas con características similares necesita de un postulado lógico que lo unifique).
2. Por otro lado, desde el punto de vista psicológico idea equivale a entidad mental.
3. Por último, lo empleamos cuando la mente crea una correlación entre la realidad y aquello que piensa sobre ella (en este caso el término adquiere su dimensión metafísica)
Las ideas universales y las entidades matemáticas son las ideas principales en la filosofía platónica
Para Platón una idea es una forma de una realidad. En otras palabras, se trata de un modelo de referencia que sirve para dar a conocer las cosas que existen. Si bien para el filósofo ateniense podía haber ideas sobre cualquier realidad, no todas tenían el mismo rango, por lo que algunas tienen un nivel superior a otras.
Según Platón existen dos realidades diferenciadas: Hay una estructura de lo real que es material y otra estructura inmaterial donde se encuentran las ideas.
El primer mundo es cambiante y el segundo es inmutable. Sin embargo, ambos mundos están conectados, ya que los objetos del mundo material son una copia o una sombra imperfecta de lo que existe en el mundo inmaterial.
El mundo de las ideas está formado por dos entidades: ideas universales y entidades matemáticas. Ambas son consideradas como principales porque son eternas e inmutables. En consecuencia, las ideas que tenemos en el mundo material son simples aproximaciones de unas ideas de orden superior. Las ideas platónicas se alojaban en un lugar de la bóveda celeste (Hyperuranion) y eran totalmente perfectas y puras. En cambio, en el mundo material es donde se encuentran las distintas versiones de las ideas.
El planteamiento platónico tuvo una gran influencia en los teólogos cristianos
Para San Agustín la inmutabilidad de las ideas principales están contenidas en la inteligencia divina del Creador. Para el filósofo y teólogo cristiano hay dos grados o niveles de la realidad. Por un lado, una realidad divina que es inmutable, eterna e incorruptible. Por otro, una realidad creada por Dios y que es finita y cambiante.
A pesar de que ambas realidades están separadas, San Agustín sostiene que el hombre puede llegar a Dios a través de la interioridad del alma (la luz natural de Dios se encuentra en nuestra alma y mediante ella es posible alcanzar el conocimiento auténtico).
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Referencia APA
Benjamin Veschi, 12/2018, en https://etimologia.com/idea-principal/