Las siglas CPU corresponden a Central Process Unit, siendo dicho componente la pieza central de una computadora, para llevar a cabo de las operaciones de cálculo y procesamiento de datos. El primer uso conocido de este acrónimo data de 1962 entre los expertos de IBM, aunque la ciencia de la computación contemporánea arranca poco antes de la Segunda Guerra Mundial; por ende, ¿a qué se debe la diferencia temporal, que abarca unas tres décadas? Pues, a que los modelos originales no disponían de una CPU como tal, sino que debían ser recableados físicamente para poder llevar a cabo diferentes tareas; imaginemos como si hoy en día tuviéramos que parar nuestra computadora y cambiar unas cuantas conexiones cada vez que se quisiera ejecutar un programa puntual.

Probablemente este préstamo lingüístico se produce en algún momento entre principios de los 60 y principios de la década de los 70 del siglo XX, acompañando la tendencia. Una CPU es un chip de propósito general, que lleva a cabo operaciones genéricas, gestionado por las instrucciones de un programa capaz de ejecutar tareas complejas. De esta forma, nos ahorramos la reprogramación física de la máquina, pudiendo programar de forma lógica lo que queremos que haga.

Tras la guerra, los científicos desarrolladores de computadoras tuvieron más tiempo para trabajar en este concepto, que ya existía antes del conflicto pero que tuvo que ser dejado de lado para poder crear rápidamente los equipamientos necesarias.

Si bien la mayoría de las personas equipara CPU con procesador o microprocesador, esto no es necesariamente así. Una CPU puede presentar una forma distinta a la de un procesador -aunque no es lo habitual-, y este o un microprocesador pueden ser dedicados, no cumpliendo el propósito generalístico de una CPU. En cualquier caso, la arquitectura creada a partir de una CPU como eje central del funcionamiento del sistema, se mantiene vigente hoy en día y no se cuestiona, independientemente del dispositivo, destacando que notebooks, smartphones y tablets utilizan el mismo paradigma de funcionamiento, gobernados por una CPU.