Remite metafóricamente a una telaraña mundial. Esta denominación no es baladí: si uno traza una línea sobre un mapa para cada conexión activa entre dos dispositivos, obtiene la imagen de una tupida telaraña cubriendo el mundo. La World Wide Web -conocida simplemente como Web o por WWW- es un nombre propio, aunque no fue la primera denominación en la que pensó Tim Berners-Lee. En 1980, el científico norteamericano había trabajado en una base de datos llamada ENQUIRE en la cual utilizaba efectivamente el término web, sin embargo, en el borrador del sistema que acabaría conformando la WWW oficial, fechado en marzo de 1989, el nombre que le asignó era Mesh, que se traduce e interprata como malla, conceptualmente similar al de red o telaraña.

El 12 de noviembre de 1990 veía la luz una segunda propuesta más pulida del proyecto, la cual ya recibía el título de WorldWideWeb (sí, en una sola palabra). Dicha propuesta había sido creada por Berners-Lee con la ayuda de su colega y amigo, el ingeniero belga Robert Cailliau. En el nuevo documento, se definía el sistema como una telaraña de hypertexto (hypertext web).

El nombre WorldWideWeb también pasó a denominar el primer navegador o browser, escrito por el mismo Berners-Lee. Más tarde lo tituló Nexus para evitar confundirlo con el sistema a través del cual se desempeñaba. En algún momento de 1991 el término WorldWideWeb se descompone naturalmente, pasando a utilizarse y ser escrito con las palabras que lo forman por separado: World Wide Web; incluso se lo llegó a seprar por guiones, evidenciando la dificultad de expresarlo en una única palabra.

El nacimiento de la red se debe a la necesidad de intercambiar material escrito en formato electrónico de un modo transparente a la plataforma, permitiendo enlazar las informaciones mediante referencias externas, para crear un ecosistema fluido y práctico. La tecnología y noción del hipertexto ya existía previamente, y Berners-Lee se basó en otros desarrollos para crear la Web. La impresionante trascendencia de la invención rompió todas las expectativas, transformándose en sinónimo de Internet, pese a que en realidad es uno más de los servicios que ofrece la red de redes; sin lugar a dudas, el más popular junto al correo electrónico.