Es un neologismo construido a partir del prefijo eco-, que se ubica en el griego como oiko-, señalando un hogar o más específicamente un hábitat para este contexto de aplicación, y luego se suma, de referencia en el latín tardío, systēma, sobre una raíz en el griego como sýstēma, capaz de describirse como un funcionamiento a partir de la articulación de piezas que conforman una especie de rompecabezas para con el propósito de cumplir una finalidad.
La mayoría de palabras no tienen un creador que podamos identificar con su nombre y apellido, pero en el caso de este neologismo sí sabemos quién lo inventó: el botánico inglés Sir Arthur Tansley en 1935 en un artículo en la publicación Ecology, «El uso y abuso de los conceptos y términos de la vegetación». Este científico es considerado uno de los pioneros de la ecología, rama de la biología responsable de estudiar los vínculos de los seres vivos en el marco de su respectivo hábitat.
La teoría de la evolución de Darwin fue el nuevo paradigma científico que favoreció el surgimiento de la ecología
En la segunda mitad del siglo XlX algunos naturalistas comenzaron a difundir una nueva idea, la ecología. Entendían que la teoría de la evolución de Darwin había creado un nuevo marco de referencia para la explicación de los seres vivos. Con el evolucionismo se cuestionó el creacionismo bíblico y el lamarckismo, una versión del evolucionismo que defendía la herencia de los caracteres adquiridos.
Los partidarios de la teoría de Darwin entendieron que el proceso de selección natural y la evolución de las especies debía ser contextualizado y para ello se creó el neologismo ecología (el naturalista alemán Ernest Haeckel es considerado el padre de esta disciplina).
En su sentido originario, el concepto de ecología expresaba una nueva idea: los seres vivos deben estudiarse en el marco de su hábitat o casa común.
Para estudiar los seres vivos y sus relaciones con el conjunto de elementos no vivos del medio natural se hacía necesario crear un término que expresara tal idea.
Para Arthur Tansley, ecosistema permitía comprender la complejidad de lo viviente, ya que todo lo relativo a los seres vivos conforma un sistema, es decir, un modelo explicativo coherente. De esta manera, en un ecosistema encontramos dos dimensiones: el biotopo y la biocenosis. Con respecto al primero, se hace referencia a todos los seres inertes (la energía solar, las rocas, el agua…). En el apartado de la biocenosis podemos estudiar a los seres vivos (plantas y animales).
También se usa el término en plural, ya que existen distintas versiones del mismo: marino, de agua dulce, desértico, forestal, montañoso y artificial.
Por último, en el ámbito de la ecología, el estudio de una especie concreta dentro de un ecosistema se conoce como nicho ecológico.
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Referencia APA
Benjamin Veschi, 10/2018, en https://etimologia.com/ecosistema/