Se registra en el francés como taxonomie, como pauta en el trabajo del botánico suizo Augustin Pyrame de Candolle publicado en 1813 -Théorie élémentaire de la botanique-, actuando como neologismo basado en el griego taxis, que remite a la idea de ordenación o clasificación, y -nomos asociado al verbo nemein, que indica la acción de administrar, con raíz en el indoeuropeo *nem-, señalando la tarea de asignar o ubicar.

En consecuencia, hace referencia a un conjunto de reglas aplicado en pos de un ordenamiento. En la terminología de la biología la palabra taxón, que deriva de taxonomía, se usa para mencionar un grupo de organismos que presentan un cierto grado de semejanza.

Con los primeros filósofos griegos el conocimiento en general dejó atrás los criterios mitológicos. El sendero del logos significó el primer paso para el desarrollo de la actividad científica posterior. En todos los órdenes del saber surgió la necesidad de ordenar el mundo con criterios racionales. Es en este clima intelectual donde es posible aproximarnos al concepto de taxonomía.

La primera clasificación de los seres vivos

En el siglo lV a. C Aristóteles fue el primer científico que presentó una clasificación del mundo natural. Las plantas las dividió en dos grandes grupos: con flores y sin flores.

El mundo animal se ordenó a su vez en dos: aquellos que tienen sangre y los que no.

Uno de sus discípulos, Teofrasto, clasificó las plantas a partir de sus procesos de crecimiento y determinó que había tres niveles diferenciados: hierbas, arbustos y árboles.

La clasificación de Linneo

El modelo aristotélico parmaneció invariable durante veinte siglos. En el siglo XVlll el naturalista sueco Carl Von Linneo introdujo unas categorías taxonómicas más específicas. Concretamente, ordenó a los seres vivos con criterios que van de lo general a lo particular. Así, propuso el siguiente esquema: reino, filo, clase, orden, familia, género y especie.

Por otra parte, se dedicó a dos grandes reinos: Animalia y Plantae. Así mismo, con el propósito de evitar confusiones terminológicas, asignó a cada especie un nombre específico. Si tomamos como referencia el género Canis, existen tres especies concretas: Canis lupus, Canis familiaris y Canis latrans. En otras palabras, cada especie tiene su nombre y su apellido.

La denominación empleada en la taxonomía propuesta por Linneo se hizo en latín, la lengua más habitual para los tratados científicos hasta el siglo XVlll. Su modelo sigue empleándose en la actualidad con algunas variaciones específicas.

El reino Protista y Monera

Siguiendo las pautas establecidas por Charles Darwin en su teoría de la evolución, el naturalista alemán Ernst Haeckel estableció un tercer reino para referirse a todos los organismos unicelulares, el reino Protista.

Cuando en el siglo XX empezaron a conocerse los organismos procariontes, estos acabaron formando un nueva categoría general, el reino Monera.