Se reconoce en el latín como magisterium, determinado por el sufijo -ium, atribuyendo acción y resultado, incorporado a la palabra magister, que remite a maestro, interpretándose como la autoridad o posición de mayor influencia como Director que guía el camino, vinculado al adverbio magis, entendiéndose por más, con referencia en el indoeuropeo *meg-, por mayor. Se postula como el papel más alto que un individuo puede ocupar y desempeñar a partir del saber adquirido, esgrimiéndose como una figura totalmente contraria al ministro, visible en el latín como minister sobre el adverbio minus, por menos, cuyo origen comprendía, en la antigua Roma, a los sirvientes o subordinados, para luego evolucionar hacia la idea de dedicar la vida a Dios (documentando la tarea y rol del padre en el 1300), como también a una causa o al conjunto de la sociedad.
Antiguamente, cuando se citaba Aristóteles, se lo concluía con la frase «magister dixit», que uno traduce a «dijo el maestro». A nivel religioso, sobre las enseñanzas impartidas en la Iglesia Católica Romana, se constituye como tal a mediados del siglo XIX, durante el período del papa Pío IX.
Al respecto de la familia léxica, es posible señalar magnitud (expresado en el latín magnitūdo), majestad (en el latín maiestas), magnate (observado en el latín magnātes), magnanino (sobre el latín magnanĭmus), magistral (declarado en el latín magistrālis), o mágnum (apreciado en el latín magnum).
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Referencia APA
Benjamin Veschi, 06/2020, en https://etimologia.com/magisterio/