Encuentra referencia en el filósofo inglés Henry More, quien describe una figura de poder en el ámbito religioso, en su libro A Modest Enquiry Into The Mystery of Iniquity, de 1664. Es una composición regida por el verbo influence (en español influir), dado en el latín como influĕre, compuesto por el prefijo in-, sobre la idea de interiorizar, y el verbo fluĕre, por fluir, a partir de la base dada por el indoeuropeo *bhleu, por brotar o manar. En el contexto de Internet, comienza a desarrollarse a comienzos del siglo XXI, como un femómeno que nace naturalmente ante el avance de la presencia mundial de las redes sociales.

Un influencer es aquella persona que crea tendencia, que es capaz de orientar a otros que le siguen en las redes sociales. Porque este es el medio al que nos referimos, Internet, y más concretamente las redes sociales. Dicha influencia se traduce en formas de vestir, cosas que utiliza y actividades que realiza, que son copiadas o mimetizadas por una parte importante de sus seguidores.

Está totalmente ligado a redes sociales como Instagram, YouTube o Snapchat, eminentemente visuales y que permiten lucir elementos como ropa o complementos, con los que se busque crear tendencia. No obstante, otras redes sociales no tan eminentemente visuales, como Facebook y Twitter (y especialmente esta última) también tienen sus protagonistas.

La capacidad de liderazgo viene a través de un gran número de seguidores, y esta los hace especialmente apetecibles para publicitar productos de marcas, tanto grandes como pequeñas.

Este atractivo ha provocado las polémicas de rigor sobre cómo los influencers pueden y deben promocionar los productos de las marcas, si pueden hacerlo de forma encubierta o bien están obligados a explicitar cuando lucen algún producto para promoción.

Otra constante relacionada con las marcas en este mundo, es la opacidad sobre las cifras de ganancias de los implicados; muy pocos, casi ningún influencer (si es que hay alguno) está dispuesto a facilitar una cifra de ingresos por publicidad, ya sea directamente con la que proporciona el medio (por ejemplo, YouTube), como lo que gana con las promociones de las marcas.

Algunas personas han hecho verdaderas fortunas, aunque sus números concretos permanecen ocultos. Es el caso del YouTuber español Rubén Doblas, más conocido por su alter ego ElRubius.

Recurrir a estas figiras en campañas comerciales ha dado origen a toda una filosofía de mercadotecnia, llamada marketing de influencers, la cual es cada día más importante y utilizada por marcas a todos los niveles y en todos los continentes.

También, se observan personajes que ya habían ganado relevancia fuera de las redes sociales, como la socialité norteamericana Kim Kardashian.

A su paso a las redes sociales, esta ha sabido atraer a una gran parte de sus fans offline al elemento conectado.

Otros, han nacido ya en la red de redes y gracias a ella, como es el caso del antes mencionado ElRubios, que nació como estrella mediática e influenciador en YouTube.