Los tres distintos medios de almacenamiento físico comercializados y producidos se popularizaron a partir del uso de las siglas o acrónimos referentes a su denominación. De este modo, un CD-ROM es un disco compacto (compact disc) preparado con datos digitales que pueden ser leídos por un sistema informático, y que, una vez escritos en su superficie dichos datos, no pueden ser alterados. Las variaciones con capacidad de escritura y reescritura (esto es, de poder escribir y borrar un número teóricamente ilimitado de veces) son denominadas CD-R y CD-RW.
La tecnología de los CD-ROM data de 1985, desarrollada conjuntamente por Sony y Philips, basándose en el formato del disco compacto utilizado para aplicaciones de audio desde 1979.
En castellano, se adoptaron las mismas siglas sin ningún tipo de adaptación, tal y como en los otros medios.
Las siglas DVD significan Digital Versatile Disc, y es un formato de disco óptico con lectura y escritura por láser (como en el caso de los CD’s) con mucha más capacidad.
Nacido en 1995 con la intención de que sustituyera a los vídeos VHS (cosa que consiguió), ha sido a su vez desplazado por el streaming de vídeo.
Fue fruto del trabajo de un consorcio en el cual estuvieron Sony y Philips (creadoras del Compact Disc), así como Toshiba, Hitachi, Panasonic o Pioneer entre otras empresas del sector tecnológico, y los aparatos que lo leen y escriben son retrocompatibles con los discos CD.
Como en el caso anterior, existen variantes del estándar según los discos puedan ser grabables, regrabables, o se utilicen para vídeo o datos informáticos.
La denominación a partir de las mismas siglas y con el mismo significado fue adoptada en castellano incluso antes de la salida de los discos y dispositivos de lectura y grabación, dado que se trataba de una denominación comercial.
El DVD acabó encontrando sus límites en la capacidad, por lo que a partir de 2006 entra en escena su sucesor: el Blu-ray Disc.
En castellano, se adopta el mismo nombre, el cual ocasionalmente se ve resumido en las siglas BD o BRD, aunque lo más normal es verlo como Blu-ray.
Esta vez, lejos de ser unas siglas, el nombre de este estándar tiene un significado propio: el rayo láser con el que se lee y se escribe en estos discos, y que trabaja en la longitud de onda de los 405 nanómetros, presenta un color azul.
Por lo tanto, la etimología de Blu-ray Disc en inglés, corresponde a un acrónimo de Blue-Ray Disc (disco de rayo azul, en referencia al color del rayo láser).
El estándar Blu-ray prácticamente nació abortado para el consumo fuera de las videoconsolas (tanto la Xbox One como la PlayStation 4 lo adoptaron como unidad de disco), ya que los servicios de streaming de vídeo rápidamente empezaron a ganar tracción.
Es también retrocompatible con los discos DVD.
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Referencia APA
Benjamin Veschi, 04/2019, en https://etimologia.com/cdrom-dvd-bluray/