Tiene su origen en el latín como vocatio, vocatiōnis, para plantear la idea de un llamado, basado en el sufijo vocāt-, por vocātus, como pasado participio del verbo vocāre, por llamar, asociado a vōx, que remite a voz, sobre la raíz indoeropea *wekw-, por revelar o decir, acompañado del sufijo -ción, adoptando las formas latinas -io, ōnis, en función de la sustantivación. De este modo, se construyen los cimientos del significado actual que se le atribuye en nuestro idioma, con respecto al sentimiento que se produce en el individuo que lo lleva a emprender un camino, comúnmente pautado desde lo profesional, religioso, o personal.
Un llamado interior que perfila la vida profesional
Cuando un individuo siente una inclinación irrefrenable de consagrarse a la vida religiosa, o cuando el mismo estado se presenta vinculado a una profesión, modo de vida, o carrera, se observa que éste encontró su vocación.
Las personas que siguen sus preferencias en este sentido suelen sentirse mucho más conformes y a gusto en sus espacios laborales o profesionales porque realizan aquello que les reporta placer y gusto.
Seguir los gustos e inclinaciones reporta felicidad y autenticidad
Si bien hay una enorme cantidad de personas que prefieren seguir una actividad profesional que les reporte beneficios económicos, hay otros que prefieren seguir sus inclinaciones y pasiones aunque ello no les garantice una vida sin preocupaciones económicas.
En la definición de una vocación convienen diversos factores: los intereses y gustos que ya mencionamos, lo que nos hace felices, las aptitudes disponibles, la experiencia, el carácter y la manera en la que afrontamos la vida.
Sobre esta base cumplida es que podemos decir que la vocación le da un sentido a nuestra vida.
Vocaciones precoces versus su falta
Normalmente, las vocaciones profesionales y religiosas surgen en tiempo mucho antes que la persona pueda estudiarlas y dedicarse a ellas.
Es habitual que los niños les comenten a sus padres o allegados que quieren ser médicos, abogados, maestros, futbolistas, actores, entre otras, «cuando sean grandes».
Cuando esos «llamados» no se producen tempranamente y la persona está por graduarse de la escuela secundaria se lo suele someter a test vocacionales para ayudarlo a conocer las aptitudes e intereses que dispone.
Por su parte, cuando la convocatoria interior es religiosa será determinante la seguridad y el compromiso.
Como en este caso se trata de un «contrato» de por vida, que solamente alguna razón de fuerza mayor se puede romper, es que se le exige al aspirante cumplir con una etapa preparatoria en la cual podrá confirmar o desestimar su decisión.
Vocación al servicio de los pares
No podemos soslayar a la llamada vocación de servicio que también consiste en la inclinación que alguien desarrolla en el campo social y asistencial, y que por tanto lo llevan a interesarse por la realización de actividades o el estudio de carreras asociadas a la medicina, la seguridad pública, tal es el caso de la policía y de los bomberos, en las cuales el foco está puesto en brindar un servicio a los demás.
-
Referencia APA
Benjamin Veschi, 11/2018, en https://etimologia.com/vocacion/