Se observa a fines del siglo XIX, periodo en el cual puede citarse una frase en el medio americano Science, en 1880, que plantea el valor del índice de un libro como elemento de usabilidad. Es una conjugación del término usable, visto en el francés antiguo usable al respecto de user, asociado al latín vulgar *usare sobre el latín uti; y acompañado del sufijo -bilidad, en función de la adjetivación deverbal que en este caso adquiere esta forma considerando una procedencia terminada en -ble. Define la práctica y disciplina de diseñar herramientas y aplicaciones de forma que puedan ser fácilmente utilizables por cualquiera, en principio independientemente de su nivel de conocimiento de la tecnología o la misma aplicación.
Aunque el término se populariza entorno al software (tanto en programas de computadora, como apps móviles o páginas web), se lo puede aplicar a herramientas -o cualquier cosa- que podamos “utilizar”, por muy alejadas que estén del mundo tecnológico.
Probablemente, su uso en este entorno proviene de la década de los 60 o los 70, cuando se empezaron a popularizar las computadoras en las empresas (mainframes y microcomputadoras) y, por lo tanto, los ingenieros de software tuvieron que empezar a preocuparse por hacer accesibles los sistemas a usuarios que no tenían conocimientos técnicos. Hasta entonces, las computadoras habían sido un coto casi exclusivo de universidades, gobiernos, grandes corporaciones, y ejércitos, utilizados por personal especializado avezado a lidiar con unas máquinas todavía toscas.
Se desconoce también el momento en el que el término llega, traducido, al español, aunque su uso explota desde principios de la segunda década del siglo XXI. Ello es debido a la popularización de las páginas web y, sobretodo, de las aplicaciones móviles (apps).
Pero la usabilidad no solamente se refiere al software, si no también al hardware, a los aparatos.
Así, por ejemplo, si hablamos de usabilidad en un smartphone, estaremos hablando entre otras cosas de su facilidad de uso con una mano, que es como lo tomaremos y lo utilizamos habitualmente. O de la facilidad de activar la cámara con un botón dedicado, ya que es una de las funciones más habitualmente empleadas.
Si hablamos de software, de una app móvil o un programa de computadora, nos referiremos a la facilidad de comprensión y uso de sus funciones a través de su interfaz, como de intuitiva es esta, y como se adapta a los estándares de la plataforma sobre la cual funciona.
Existen guías y pruebas para diseñar los dispositivos y aplicaciones de forma que sean utilizables, estándares fijados.
La usabilidad se ha convertido en un aspecto muy importante en todas las aplicaciones tecnológicas, con expertos dedicados a ella en cuerpo y alma, y departamentos enteros en las grandes empresas.
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Referencia APA
Benjamin Veschi, 02/2019, en https://etimologia.com/usabilidad/