Etimología de Romanticismo

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Tiene referencia en el francés romantique, asociado al francés medio romant, sobre la raíz en el francés antiguo romans, en alusión al formato de la escrita en verso siendo una característica que traslada a la ciudad de Gaul en el siglo V, donde los pobladores auto-proclamaban su lengua como romanus, en consideración a Roma, a la que técnicamente se denomina galorromances, y adaptándose como romans al respecto de los textos; lo acompaña el sufijo -ismo, para comprender una corriente de pensamiento.

El Romanticismo como movimiento cultural surgió en oposición a la Ilustración del siglo XVIII

En el siglo XVIII la creación literaria se centra en el análisis objetivo y desapasionado de la realidad. Este paradigma se fue debilitando a finales del siglo XVIII cuando los poetas exaltaron la imaginación como valor supremo.

El inglés Lord Byron, el francés Victor Hugo o el español José de Espronceda son algunos ejemplos del nuevo espíritu literario.

Para los poetas y novelistas del romanticismo la esencia de las cosas no se encuentra en su valor objetivo, sino en su dimensión invisible y misteriosa. Aquello que no se puede ver o experimentar requiere de una nueva perspectiva, la imaginación. Mientras el creador de la Ilustración se centra en la universalidad de la razón humana, los creadores románticos exaltan lo individual a través de la pasión y la imaginación.

Desplazado el eje de la razón, el hombre del romanticismo se deja guiar por sus sentimientos y estos se proyectan en las obras literarias, en su forma de pensar o de vestir.

El romanticismo se caracteriza por la exaltación de lo individual. En este sentido, no es extraño que algunos individuos marginales de la sociedad adquieran la categoría de protagonistas en las novelas románticas, como los piratas, los mendigos o los ermitaños. Las inquietudes de estos personajes expresan los temas típicos del movimiento romántico: la lucha por la libertad, el amor y la emancipación de los pueblos.

El nacionalismo europeo del siglo XIX es un movimiento político inspirado en los valores del romanticismo

El proceso de unificación de Alemania puede entenderse en clave política y económica, pero su verdadera dimensión solo se puede comprender a partir del espíritu del romanticismo. Por otra parte, las promesas de igualdad y libertad expresadas en la Revolución Francesa se estaban incumpliendo en la mayoría de territorios europeos.

Este sentimiento de desengaño se tradujo en Alemania en un nuevo movimiento cultural denominado «Sturm und Drang» (en castellano, tormenta e impetu). Sus impulsores no tuvieron un papel directo en la creación de Alemania como nación, pero crearon un clima intelectual en favor de un pueblo unido.

No hay ignorar, por último, que el concepto de «Espíritu del pueblo» (en alemán, Volksgeist) se enmarca en las coordenadas históricas del nacionalismo de corte romántico.

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