Etimología de Premisa

Maria Bell

Se lo advierte en el latín como praemissus, con respecto al participio pasivo praemittĕre, expresando la idea de anticipación. Sobre la deconstrucción, es posible distinguir los elementos: prae-, conectada al indoeuropeo por *per, que se interpreta como antes, y missus, en alusión a algo o alguien enviado, relacionado al verbo mittĕre sobre una raíz indoeuropea en *smit, por lanzar. En consecuencia, una premisa es un enunciado o afirmación que sirve de fundamento válido para llegar a una conclusión de carácter general. En otras palabras, cualquier razonamiento que expresemos contiene un núcleo previo, la premisa. El origen remoto de esta palabra proviene del ámbito de la filosofía, concretamente de la lógica.

Sobre missus y mittĕre, es interesante destacar las asociaciones lingüísticas: promesa (en latín como promissum), misa (en el latín bajo como missa), misión (en latín missio), o misiva (dado por el latín mittĕre y el sufijo -ivo).

En la lógica aristotélica

Las leyes lógicas elaboradas por Aristóteles en el siglo lV a. C constituyen los rudimentos de la lógica formal. En esta área del conocimiento el silogismo es el razonamiento fundamental. De hecho, el término silogismo (syllogismós) significa precisamente razonamiento o deducción.

La idea fundamental de todo silogismo es la siguiente: a partir de ciertos enunciados o premisas se sigue necesariamente una conclusión. Aristóteles se interesó en aquellos razonamientos formados por dos premisas y una conclusión.

Una aproximación a las reglas de los silogismos

Un silogismo es una estructura argumentativa que consta de tres términos: dos premisas y una conclusión. Este razonamiento es de tipo deductivo, lo cual significa que va de lo general o universal a lo particular o concreto.

Para que un silogismo sea considerado válido debe cumplir con ciertas reglas. En la lógica aristotélica se propusieron ocho cuestiones.

1. La primera hace referencia a la cantidad de términos del silogismo (solo puede haber tres términos y cualquier variación a esta pauta genera una falacia, es decir, una idea falsa con apariencia de verdad).

2. La segunda afirma que el término medio (la palabra que se repite en las dos premisas) no debe estar incluido en la conclusión.

3. La tercera regla dice que todo silogismo no debe incorporar una mayor extensión en la conclusión que en sus premisas.

4. En la cuarta regla se afirma que el término medio tiene que ser de tipo universal en una de las dos premisas.

5. La quinta regla dice que ningún silogismo puede tener dos premisas negativas, ya que de ellas no es posible obtener una conclusión válida.

6. La sexta sostiene que a partir de dos premisas afirmativas no se puede deducir una conclusión negativa.

7. La séptima regla señala que de dos premisas particulares no se deduce una conclusión válida.

8. Por último, en la octava regla del silogismo se afirma que la conclusión sigue siempre la peor parte (aquí » peor parte » indica que lo particular se impone a lo universal y lo negativo a lo afirmativo).

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