Etimología de Feo y Fealdad

iracosma

El adjetivo feo responde al latín en foedus, a lo cual se incorpora el sufijo -dad, como agente de cualidad, para moldear la sustantivación, refiriéndose no solo a los aspectos estéticos de un ser vivo o cosa, sino también por la observación de comportamientos puntuales que se oponen, vulneran o atacan las normas socioculturales. Si bien el origen es indeterminado, es posible asociarlo fonética y contextualmente con la palabra fiera, que nos lleva al latín fera, pautando el sentido de ‘rechazo’ o ‘atención’ que produce su aspecto, así como la ‘violencia de su proceder’, con raíz en el indoeuropeo *ghwer-, por ‘bestia’; incluso, a nivel lo coloquial, es común que se haga referencia a una persona a través del uso de esta palabra, ya sea por una postura o visual, agresivo o de descuido estético según el contexto.

En Chile existe la leyenda de Fiura, exponiendo una mujer con características físicas que contrastan con los estereotipos de belleza que distribuye maldad en la población de Chiloé, además se relacionaría íntimamente con su padre, Trauco, considerar una criatura diabólica, replicándose las particularidades de cada uno en el respectivo género de sus hijos. Por su parte, feroz se observa en ferox, ferōcis, mientras que ferocidad aparece como ferocĭtas, ferocitātis.

Tanto la belleza como la fealdad están sujetos a la subjetividad y a los cánones de la época. En los últimos años, la crítica constante a la superficialidad y la mentira de modelos imposibles de alcanzar, creados o retocados por computadora, proporcionan nuevas perspectivas que permiten valorizar y respetar las particularidades de cada ser.

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