Se lo ubica en el latín catalŏgus, con respecto al griego katálogos, significando la idea de un listado y la correspondiente revisión. En nuestro idioma propone la agrupación de elementos a modo de presentación o inventario, sobre algún criterio de organización, aplicado en múltiples ámbitos y prácticas específicas, por ejemplo en un comercio (selección de productos), biblioteca (núcleo organizacional), o con respecto al hogar (al momento de realizar una mudanza).
Las características salientes son justamente la organización que ofrece y que facilita la identificación y la búsqueda de las cosas que lo integran.
Una herramienta funcional que agiliza la compra y suma ventas
En el caso de su uso comercial, incluye varios datos esenciales y de interés para los potenciales compradores: talles, precio, información técnica, los materiales que lo componen, enumeración detallada de las características del producto, e informaciones adicionales que también revisten interés como ser: el stock disponible, las sucursales que lo comercializan, formas de pago y promociones, entre otros.
Su utilización en el ámbito comercial, y hasta en el personal se remonta lejos en el tiempo y sigue tan vigente por las facilidades que ostenta a la hora de organizar una serie de elementos.
Se los diseña en función de precisamente garantizar la rapidez en la búsqueda de información de los productos o ítems que contiene y ordena.
Las nuevas tecnologías han irrumpido en todos los ámbitos, y el catálogo, afortunadamente, fue alcanzado por ellas.
Hoy es posible acceder a los mismos con tan solo un click, desde el teléfono celular u ordenador, y hasta descargarlos a través de programas especiales para consultarlos en cualquier momento.
Para el negocio de las ventas on line ha sido sin lugar a duda un recurso que ha permitido la maximización de las ventas ya que la gente cada vez más compra de esta manera y el catálogo en linea les ofrece la posibilidad de apreciar los productos con sus correspondientes informaciones.
Gracias a él los consumidores pueden tener un primer pantallazo sobre el producto que una marca ofrece, y decidir, si tras apreciar sus características y fotos le sirve, responde a sus necesidades, y comprarlo, si es que soluciona su demanda.
Como en muchos otros órdenes de la vida, la tecnología llegó para hacer más simple algunas actividades cotidianas, entre ellas las compras de productos y servicios.
La misión es que las personas podamos suprimir tediosos tiempos de espera o el traslado hacia algún lugar lejano para comprar un producto
Entonces, la propuesta en línea supone ser extremadamente útil para llevarla a cabo con mayor seguridad, casi como si estuviésemos frente a frente con el producto. Es prácticamente imposible que hoy cualquier negocio no cuente con él para que sus clientes lo consulten, e imperdonable que no lo dispongan porque indudablemente es un trampolín directo hacia un aumento de las ventas.
En tiempos como los actuales donde muchas economías se encuentran en crisis, sumar más alternativas funcionales para los compradores es una ventaja magnífica y que no se puede ni debe desaprovechar.
Por otra parte, ha sido y es un instrumento crucial en la organización y clasificación del material existente en una biblioteca, donde primeramente se impuso gracias a su eficiencia.
En él se encuentran registradas todas las fuentes bibliográficas (libros, materiales cartográficos, de prensa, gráficos, y ficheros informáticos) de una biblioteca.
Los catálogos en ficha se impusieron en el siglo XIX y más tarde con la irrupción tecnológica dejaron su espacio a los informáticos.
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Referencia APA
Benjamin Veschi, 11/2018, en https://etimologia.com/catalogo/