Procedente del latín pecuarius, asociado a pecus, el cual remite al ganado, para referirse de este modo a la actividad ganadera que, en aquellos tiempos y en la actualidad, fue y es una de las áreas económicas más redituables y explotadas. Ostentó un uso difundido en la antigüedad pero que en tiempos modernos perdió absoluta presencia en el lenguaje. Desde que el primer hombre habitó el planeta comenzó a criar ganado para alimentarse, es decir, primero como medio de supervivencia y luego ya como vía comercial, vendiendo la producción propia.
Por otra parte, fue común también que el hombre prehistórico y el de muchos siglos posteriores la utilizasen como forma de pago en diversas situaciones.
Dentro de las opciones agropecuarias, es sin lugar a duda una de las más relevantes, constituyéndose en integrante fundamental de lo que se conoce como actividades primarias de la economía.
Muchos países basan su riqueza económica en ella, exportando las materias primas que resultan de su producción.
En diversos y distantes lugares del mundo, y en tiempos ciertamente remotos de la historia, las labores pecuaria y agrícola fueron fundamentales para la humanidad a razón de su objetivo primario: la producción de alimentos.
El hombre primitivo fue un especialista en la caza de animales de los cuales obtenían las carnes para alimentarse y además utilizaban sus pieles para poder fabricarse indumentaria de todo tipo, especialmente abrigos para las épocas de frío extremo.
Civilizaciones posteriores y más evolucionadas como los romanos y griegos desarrollaron otros procedimientos y elementos asociados a estas dos actividades fundamentales para mejorarlas, y lo consiguieron.
Del nomadismo al sedentarismo: su influencia en el cambio de hábitos
Para satisfacer sus necesidades los primeros humanos tuvieron que descubrir, seguir los rebaños y establecerse cerca de estos para poder aprovechar sus beneficios.
Esta situación fue la responsable del cambio de comunidad nómada a otra sedentaria.
Aproximadamente hace unos diez mil años, en Oriente Medio y en la India, los hombres descubrieron esta ventaja y no solamente la aprovecharon sino que fueron perfeccionando métodos y herramientas.
En la actualidad, ambos trabajos que se realizan principalmente en las zonas rurales, gozan de un enorme aporte tecnológico que hace las tareas más sencillas y permite ahorrar tiempos y costos.
El ganado que se cría para comercializar es ciertamente variado: vacas, caballos, cerdos, cabras, ovejas, entre los principales.
Una industria en permanente evolución
Además de criarlos para venderlos, se ha desarrollado una industria muy rentable alrededor de los productos derivados de estos, tales como el cuero, la lana, miel, huevos, la leche, y otros tantos productos lácteos.
Ahora bien, no todas las regiones del planeta son aptas para la cría dado que se demandan condiciones especiales para hacerlo, como la disposición de grandes terrenos verdes colmados de pasto para alimentación de los animales, agua, un clima moderado, entre otras.
América Latina, África,y Asia son los continentes con características más propicias para producirlos y así es que muchos de sus países son grandes desarrolladores de la pecuaria quel comercializan en el mercado interior y exterior con una impresionante demanda.
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Referencia APA
Benjamin Veschi, 01/2019, en https://etimologia.com/pecuaria/