Etimología de Música Clásica

Nikcoa

Por un lado, música tiene referencia en el latín musĭca, procediendo del griego mousikḗ, asociándose a las musas del olimpo; por su parte, clásica se ubica etimológicamente en el latín classĭcus, reflejándose en la cultura romana para dar cuenta del estamento social más pudiente, así como distinción de aquello que sobresale como modelo.​

Las musas fueron a instancias de la mitología griega unas deidades que se ocuparon de proteger y auspiciar las artes y las ciencias, en especial la poesía cantada, y de ahí entonces surgió su vínculo con el postulado de música.​

Por su parte, el uso del vocablo clásica no resulta casual, siendo que está en estrecha asociación a la consideración de este tipo de música como culta, modélica, inherente a un contexto social refinado y propio de las élites.​

Es una corriente musical que se desarrolló entre la segunda parte del siglo XVIII y la primera parte del siglo XIX con epicentro especialmente en Europa. A diferencia de otros estilos musicales se caracteriza por interpretarse en un espacio selecto, como un gran teatro, en el que la oferta musical es excluyentemente clásica.​

Mientras tanto, el público también asume una actitud de respeto y solemnidad durante la interpretación.​

La orquesta es la estrella de la interpretación

Otra seña propia es la presencia de una orquesta que tiene a su cargo la ejecución musical de la pieza que puede ser un concierto, una sinfonía, o una ópera.​

Las óperas son sin duda una de las creaciones musicales emblemáticas de la música clásica, dueñas de una fuerte carga dramática, son cantadas y actuadas por actores, es decir, presentan una exquisita combinación de música y teatro.​

Por su parte, las sinfonías y conciertos solamente ofrecen un espectáculo musical cantado o instrumental.​

Se opone tajantemente a la música popular y surgió como una reacción al Barroco que se caracterizó por su horizontalidad y la superposición de melodías al mismo tiempo.​

En la música clásica las composiciones son menos pesadas porque solo cuentan con una melodía principal, situación que deviene en una estructura musical vertical. ​

Mozart y Beethoven, dos emblemas que ejercieron notable influencia

Entre los músicos referentes destacan: Haydn (Sinfonía número 1), Mozart (Las bodas de Fígaro, Flauta mágica, y Serenata número 13), Beethoven (Sinfonías número 5 y 9), Bach, Verdi, Wagner, Chopin, Strauss y Vivaldi, entre otros. ​

Aunque se llevaban una diferencia de casi veinte años, Mozart y Beethoven, fueron contemporáneos, y entre ellos se generó una «rivalidad musical» que dejó por aquellos años a Beethoven en un segundo plano.​

Cuando el padre de Beethoven se enteró que Mozart ya daba conciertos a los siete años presionó a su hijo para que siguiera esos pasos, incluso llegó a obligarlo a despertarse en plena noche para ejercitar, y hasta lo alejó de amigos y de cualquier otro entretenimiento típico de su edad que lo alejaba del objetivo musical. ​

Finalmente le dio el gusto a su padre y a los siete años dio su primer concierto. ​

El género clásico se ha inspirado mayormente de la música religiosa, como el canto Gregoriano, y en las expresiones musicales de la Antigua Grecia y Roma

En Grecia, los poemas épicos se acompañaban con música, y del lado romano, si bien no fueron tan exquisitos como los griegos, hubo exponentes como el emperador Nerón que se encargaron de difundirla y de cultivarla por todo el imperio, incluso en el marco de esa locura que dominó su gobierno la declaró como el único elemento que llevaba felicidad.​

Todo este bagaje sumado al desarrollo de las voces melódicas, la armonía y la notación musical, fue crucial para su apogeo entre 1730 y 1820.​

Cabe destacarse que esta corriente inundó de música las cortes ya que fue muy apreciada y sustentada económicamente por diversos monarcas europeos como Maximiliano Francisco que contrató a Beethoven, o el principado y arzobispado de Salzburgo que hizo lo propio con Mozart. ​

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