Al investigar su etimología encontramos que su proveniencia se registra en el griego έμπειρία (empeiría), el cual reconocemos como experiencia. Desde la antigüedad diversos pensadores han ubicado sus fundamentos conceptuales desde el ámbito de la experiencia. Entrada la modernidad, a los filósofos que concebían el principio del conocimiento ubicado desde la experiencia que parte de los sentidos se les conoció como empiristas.
Entre las diversas interpretaciones que han sido señaladas en cuanto a lo empírico encontramos que inicialmente designa el tipo de saber que se adquiere a través de la práctica, basándose en la memorización fundada en la repetición.
Bajo esta noción lo empírico se contrapone a lo racional, siendo esto último todo contenido que se encuentra en la psyké y que no necesita ser comprobado por la experiencia
También encontramos una correlación directa con respecto a lo sensible o intuitivo, donde los elementos simples a partir de los cuales se constituye el conocimiento sensible representan lo empírico.
Otra interpretación se observa como atributo del conocimiento válido, es decir, de todo conocimiento que puede ser probado en la práctica. En esta noción lo empírico se opone a la metafísica, ya que el contenido metafísico no puede ser validado a través de la experiencia.
En cuanto a su carácter histórico, el conocimiento empírico viene desarrollándose desde la antigüedad, donde, por ejemplo, encontramos a los llamados físicos posteriores, pertenecientes a los filósofos iniciales del pensamiento presocrático, quienes concentraron sus estudios sobre aquel objeto fundamental material donde se sostuviese el universo, encontrándose, en el caso de Demócrito, en la partícula material indivisible que conoció como átomo, aquello que no tiene tomos o partes.
En la modernidad, en los siglos XVI y XVII, el conocimiento empírico se fundamenta sobre la experiencia desde el pensamiento filosófico inglés conocido como empirismo
Destacan entre ellos John Locke, quien en su obra Ensayo sobre el entendimiento humano, señala que el hombre al nacer es una tabla rasa donde se irán asentando conocimientos a partir de la experiencia percibida a través de los sentidos. Entre los empiristas destacan también los filósofos George Berkeley y David Hume quienes también ubican el origen del conocimiento desde lo empírico.
El conocimiento empírico, desde el empirismo, presenta dos postulados principales que demarcarán el carácter epistemológico de su proceder. Primeramente, se rechaza el carácter absoluto de la verdad. Seguidamente, el empirismo establece que toda verdad debe ser comprobada a través de pruebas, con lo cual el conocimiento puede ser reconsiderado, modificado, corregido e, incluso, abandonado.
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Referencia APA
Benjamin Veschi, 11/2018, en https://etimologia.com/empirico/