Es acuñado por el quiropráctico norteamericano Dean L. Fishman en 2008, inspirado a partir de examinar y diagnosticar a un joven de diecisiete años, motivando incluso a que Fishman fundara al año siguiente una clínica especializada (Text Neck Institute), en pos de prevenir y tratar los síntomas y consecuencias de esta afección moderna. Literalmente, se traduce como “cuello de texto”.

El uso habitual de teléfonos móviles (tanto inteligentes -smartphones- como convencionales), tablets, y otros dispositivos tecnológicos lleva a los usuarios a utilizarlos tomándolos con la mano a la altura aproximadamente del estómago, y forzando a girar la cabeza hacia adelante, potenciado por la pequeñez de la pantalla y de los elementos que en aparecen en la misma. Además, existe una acción intuitiva de acercar la cabeza al dispositivo, afectando la musculatura del cuello. El resultado es una postura antinatural implicando dolores en la zona del cuello y hombros, así como rigidez, e incluso (en combinación con otras actividades como el ejercicio físico mal realizado) distensiones, entre otras posibles consecuencias o lesiones.

No obstante, existen opiniones que cuestionan la existencia de este fenómeno, argumentando que a lo largo de la historia han sido incontables las profesiones o prácticas que forzaron a posturas incorrectas desembocando en los mismos síntomas y, por lo tanto, no se trata de una enfermedad del mundo moderno, sino una figura creada por el marketing para vender productos y servicios. Entre quienes defienden la existencia del text neck como dolencia, se habla incluso de epidemia, citando cifras que exponen una incidencia del 50 al 70% sobre la población norteamericana, y que se puede trasladar y evdienciar alrededor del mundo como tendencia. Independientemente del pensamiento, la realidad es que una postura o una serie de posiciones incorrectas desencadenan fácilmente los síntomas antes explicados, y el smartphone, como máximo detonador, está en poder del 99% de los individuos como un objeto al respecto del cual se expone una clara dependencia.

La mejor lucha contra el text neck es observar una correcta higiene postural, manteniéndose erguido con el cuello recto, lo cual incide directamente en la posición de la columna y la musculatura, para posicionarse con mayor naturalidad. Así mismo, siempre es valioso preguntar y asesorarse con un profesional médico.