Tiene referencia en el latín prōstitūta respecto de prostitūtus, pasado participio de prostituir, en latín prostituĕre, constituido por el prefijo pro-, respecto de ‘adelante’ o ‘avanzar’, y el verbo statuere, respecto de ‘establecer’, ‘parar’, ‘situar’, sobre la raíz indoeuropea *sta-, por ‘parar’, ‘situar’, ‘marcar’, para transmitir la idea de exhibir/exponer en espacios públicos. Por su parte, el sustantivo prostitución se ubica en las formas latinas prostitutio, prostitutiōnis.

La significación que comprende a la mujer que desempeña profesionalmente para subsistir prácticas de intimidad con clientes que pagan por sus servicios data registros entre los siglos XV y XVI. Las formas más brutales de la prostitución, vinculadas a la esclavitud, remontan a la antigua Roma, y que en la actualidad se encuadran en la figura de la trata de personas. La primera reglamentación jurídica específica contra la trata en el marco de la explotación sexual, con una atención particular en el caso de menores, fue en 1913, establecida en la Argentina a partir de la ley 9.143.

La prostitución se ha desarrollado históricamente en la clandestinidad, como una práctica ilegal, por eso acompañó la adjetivación popular y despectiva puta, no obstante, es socialmente aceptada y criticada, causando una doble moral en el funcionamiento del sistema que rige la sociedad. Existen múltiples matices, de este modo se trazan dos caminos, por un lado, a la regularización, proporcionándole derechos, seguridad y obligaciones a las trabajadoras, colocando obstáculos a acciones abusivas y explotadoras, y en otra dirección, a la abolición, eliminando cualquier posibilidad a este ejercicio. Pero este debate sociocultural es reciente; si bien es un asunto presente desde los tiempos antiguos, siempre se lo trató por debajo de la mesa.

Alemania aprobó la primera normativa de regularización en 2002, y una segunda, más completa, en 2017. En cambio, Suecia, se transformó en un modelo de abolición de la prostitución a partir de un marco de ley aprobado en 1999, sobre el cual se trabajó para brindar asistencia y alternativas a este ejercicio, así como estableciendo multas y controles rigurosos para quienes buscan este servicio. Son dos lados de una misma moneda, no obstante, independientemente del camino que cada nación opte, debe evitarse que este negocio esté en manos de individuos inescrupulosos.