Procede del latín tardío en pleonasmus, identificándose a partir del griego en pleonasmós, exponiendo una deconstrucción regida por pleon, que remite a mucho, más o exceso, con raíz en el indoeuropeo *pele-, por llenar, del cual también se desprende la palabra pleno, observada en el latín plenus; conjugado con el sufijo -ásmos, como una forma alternativa a -ismos, para adquirir un sentido de tendencia.
Es un recurso aplicado a nivel literario, categorizado como figura retórica, en especial en el campo de la poesía y la novela, y comunicacional en general, a través del cual se atribuye énfasis a un mensaje desde lo descriptivo y alegórico que, aunque redudante, permite que el receptor lo sienta más cerca a nivel emocional. Por ejemplo, la lluvia caía con fuerza sobre la calle ahogando el llanto estruendose del cielo. No obstante, originalmente se lo contempla como un reflejo de falta de capacidad comunicativa, por el uso de componentes reiterativos que no contribuyen en otra cosa que una sensación literal de reiteración y pesadez en el diálogo.
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Referencia APA
Benjamin Veschi, 06/2020, en https://etimologia.com/pleonasmo/