La palabra perspectiva proveniente del latín (Perspicere) o para algunos del latín tardío (perspectîva) se refiere desde las artes a la proyección o efecto de profundidad que se le da a una obra gráfica.
El origen está relacionado con el dibujo y la pintura, siendo considerada como una técnica desde el Renacimiento y específicamente del mundo artístico italiano, en el cual se proyectaban líneas que hacían ver al observador obras en profundidad. Posteriormente, dicha técnica pasó a ser conocida como efecto tridimensional, pues las creaciones se podían contemplar en diferentes posiciones, lo que daba la sensación de movimiento; característica que evolucionó la forma plana tradicional de ver las cosas.
El uso de la palabra perspectiva comenzó a ser utilizado en los ámbitos intelectuales, razón por la cual se convierte en un préstamo lingüístico para denotar: puntos de vistas, enfoques o proyecciones a futuro, de quien emite un juicio.
Es así que las ciencias a partir del siglo XIX, en su mayoría, delinearon sus discursos a partir de la perspectiva como parte fundamental de sus constructos teóricos. Sus argumentaciones podían exponer posturas o influencias que se articulaban con los paradigmas que se iban formando.
Pero no solo el mundo científico natural acogió con tanto ímpetu el término, desde la política es utilizada la palabra para referirse a los diversos puntos de vista que deben prevalecer entre los actores sociales; además de usarse para distinguir posturas o enfoques de carácter ideológico
En los últimos años, las ciencias sociales han empleado la perspectiva de género como categoría de análisis para explicar las relaciones de los hombres y las mujeres en la sociedad, cuyo fin último sería la igualdad en los deberes y derechos ante el estado y la sociedad.
El empleo de la palabra perspectiva vista desde la cotidianidad tiene el sentido de proyección de futuro de acuerdo a los intereses de las personas. La búsqueda de una mejor perspectiva de vida se convierte en proyecto a cumplir siempre y cuando se trabaje o no para alcanzarlo.
El vocablo pasó de ser técnica en el mundo subjetivo del arte, en el cual el artista deja a la imaginación del observador lo creado, para convertirse en categoría o definición de una realidad
Su uso de larga data, se ha revitalizado y ha sabido navegar entre las aguas de la creación artística (que se ha multiplicado) y la objetividad científica. Su esencia no cambió, solo se adaptó al avance natural de la humanidad.
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Referencia APA
Benjamin Veschi, 11/2018, en https://etimologia.com/perspectiva/