Tiene su raíz en el griego metabole, en referencia a la anifestación de alteraciones, compuesto por meta, que remite a un estado de cambio, y el verbo ballein, por tirar o lanzar, con raíz en el indoeuropeo *gwele-, por tirar, y estando acompañado en el español por el sufijo -ismo, para proporcionar -en este caso- un carácter científico propia de los seres vivos. Supone un término acuñado por el médico y fisiologista alemán Theodor Schwann en un trabajo publicado en 1839, por su parte el fisiologista americano Michael Foster, profesor de un futuro premio Nobel, lo usaría en uno de sus escritos en 1874.

Comprende una serie de reacciones químicas que se llevan a cabo en el organismo y que son necesarias para la vida. Mantener la vida amerita de una correcta y perfecta armonía entre varias funciones, desde los simples organismos unicelulares como la amiba hasta el complejo ser humano, es necesario que ocurran procesos como la alimentación, la respiración, la eliminación de desechos, la defensa frente las agresiones externas y el movimiento. Las funciones básicas son las mismas, lo que varia es la cantidad de reacciones que deben ocurrir en cada caso.

En la medida que los organismos son más complejos se agregan pasos o procesos a estas funciones, así como mecanismos de regulación y comunicación que permitan integrar diversos tejidos en un mismo sistema y a su vez varios sistemas entre sí.

Las reacciones hacen que una determinada sustancia sea usada para obtener otra, llamada producto final. Todo el conjunto de reacciones que deben ocurrir para que este proceso se complete se llama ruta metabólica.

Influencia de dos procesos fundamentales: la nutrición y la respiración

La nutrición es un aspecto clave. Se basa en poder procesar, absorber, utilizar y acumular los nutrientes aportados por los alimentos cuando esto sea posible. La respiración por su parte es un proceso en el cual se toma el oxígeno del medio ambiente y se convierte en dióxido de carbono y agua.

Los nutrientes son necesarios para cumplir una de las principales funciones del metabolismo: producir energía. Esto se hace mediante la síntesis de una molécula llamada ATP (adenosin trifosfato), esta energía se requiere para todas las actividades. Otra función, es emplear los nutrientes para formar nuevas moléculas, estructuras celulares y tejidos.