El rol de la mujer en la constitución de la familia tiene referencia en las formas del laín mater, matris, sobre la base del indoeuropeo *mater-, del cual se desprenden el sánscrito matar, el eslavo mati, el antiguo alto alemán muoter, el alemán mutter, el sueco moder, o el griego meter. Por su parte el hombre responde al latín mediante las expresiones pater, patris, determinado por la referencia indoeuropea *pater-, de la cual derivan el sánscrito pitar, el irlandés antiguo athir, el antiguo alto alemán fatar, el alemán vater, el sueco vader, o el griego pater.

La asociación de Padre como figura que se desempeña en el marco religioso se observa a principios del siglo XIV, apreciando los antedecentes manifestados en las percepciones paternas de Dios al respecto de Jesús así como del conjunto de los seres vivos, y de Jesús al respecto de la civilización.