Se distingue como un neologismo producto de la combinación de macho, que guarda origen en el latín como masculus y éste del griego como andros, que señala al hombre y chulo, ubicado en el italiano ciullo, en asociación a fanciullo, observado en los registros de Corominas marcando la viveza de un pequeño. Se transforma en una herramienta para marcar la actitud de prepotencia, soberbia o degradación sobre la mujer que expone un hombre.

Ha sido popularizado en Argentina por la ex-presidenta Christina Kirchner en 2018, y un año antes en España por la diputada de Podemos, Irene Montero; en ambos casos tomados como ejemplos hubo un fuerte interés a nivel local por entender qué se quiso decir con esta novedosa y particular palabra.

A fines de 2016, un youtuber español, Zorman, publicó la polémica y ridiculizadora música -Soy Feminista Moderna-, que comienza su letra con un -Game Over Machirulos-, y el mismo ha sabido avanzar sobre las 10 millones de reproducciones. Por su parte, su práctica se extiende para señalar a mujeres que atacan a su propio género apoyando corrientes masculinas.

En el seguimiento hacia el origen, se registra su uso en el «Diccionario gay-lésbico», dedicado lógicamente a las comunidades correspondientes, pubicado en 2008 por el filólogo español Félix Rodríguez González, quien se desempeña en la Universidad de Alicante. En su libro retrata el término describiendo a quienes se exhiben con actitudes o gestos fuertemente masculinos. Independientemente del contexto, no existe una valorización concluyente de cuándo se lo empezó a utilizar.