Se refleja en el verbo latino iocari, interpretado como bromear, asociado a iocus, al respecto de pasatiempo o broma, con raíz en el indoeuropeo *yek-, por decir o hablar. Es un fundamento entorno a la recreación, para distenderse y alejarse de los problemas, pero también se transforma en una herramienta didáctica aplicada en la educación, en pos de transmitir saberes a los niños y adolescentes de una manera dinámica que atraiga su atención.

Paralelamente, existe la problemática del juego, cuando éste se transforma en una adicción. En Europa, es posible citar al Ridotto, como la primera casa de apuestas, remontando a 1638 en Venecia, Italia, y que luego fue clausurado en 1774 por las autoridades locales al percibir sus consecuencias en la población. En Las Vegas, que transformó esta práctica en uno de sus símbolos, la autorización para tal actividad, que abarcó al estado de Nevada, ocurrió en 1931.

Es también normal que esta opción peligrosa de entretenimiento esté presente en cruceros, gracias a las libertades jurídicas al escapar de la jurisdicción territorial local.