Se ubica en el griego como hypóthesis, en alusión a una conjetura o suposición. Para su formación se emplean dos elementos léxicos: el sufijo hypo-, interpretándose como un nivel inferior, y el vocablo thésis, empleado como entender el origen de tesis, sobre los resultados entorno a un tema planteado. Por lo tanto, describe un pensamiento, idea o incluso interrogante que no está validado aún, transformándose en un supuesto que puede ser verdadero o falso, que idealmente se define a partir de la elaboración de la tesis.
Una parte fundamental en la investigación científica
Antes de iniciar una investigación todo científico debe identificar un problema. Una vez que el fenómeno problemático ha sido descrito, se formula una hipótesis. En otras palabras, se afirma una suposición que podría ser la explicación a dicho fenómeno.
Lógicamente, si el enunciado de la hipótesis es refutado por los hechos observados, dicho enunciado no tiene validez y se hace necesario introducir una nueva suposición o conjetura.
Si la suposición planteada se confirma como válida, la hipótesis inicial es verificada y, por lo tanto, se transforma en una tesis. Dicha tesis puede alcanzar la categoría de ley y un conjunto de leyes se transforman en una teoría.
Dentro de un proceso de investigación las hipótesis son tentativas asociadas con alguna variable concreta. En síntesis, se trata de una propuesta de solución de un fenómeno que inicialmente se presenta como un problema.
La cuestión de la falsabilidad
Durante siglos se consideró que la ciencia debía fundamentarse en la inducción. En otras palabras, los conocimientos particulares que se confirman permiten extraer una conclusión de carácter general. Este criterio fue rechazado por la comunidad científica, ya que de unos casos particulares no podemos inferir una ley universal.
Para superar el problema de la inducción se propuso un nuevo criterio, la falsación. De esta manera, en lugar de buscar todos los casos que confirman una hipótesis se opta por el camino contrario, es decir, se busca un caso que diga lo contrario a la conjetura inicial. Si una sola vez la hipótesis inicial es refutada por un hecho, dicha propuesta deja de ser válida.
En síntesis, la ciencia no avanza porque acepte proposiciones verdaderas sino rechazando las proposiciones que son falsas. Por lo tanto, aquello que consideramos cierto tiene un carácter meramente provisional (será cierto mientras no se demuestre lo contrario).
El criterio de falsabilidad no solo afecta a la formulación de hipótesis, sino que también constituye un criterio para delimitar las propuestas científicas de las no científicas.
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Referencia APA
Benjamin Veschi, 05/2019, en https://etimologia.com/hipotesis/