Para iniciar una experiencia gastronómica, la carta proporciona un menú de aperitīvus, referencia que remonta al latín medieval, formado por el verbo abrir, que se evidencia en el latín como aperīre, y el sufijo -ivo, sobre la forma latina -īvus, en función de la adjetivación. Y para concluir el circuito, se presenta el ansiado momento protagonizado por el poster o posterĕri, al respecto de post, por después, asociándose al adjetivo postrēmus, por postrera/o en alusión al escalón final de una secuencia, y observando que originalmente en la antigua Roma se denomina a esta instancia como secunda mensa. Tanto el aperitivo como el postre son sustantivos, pero pueden emplearse como adjetivos dependiendo de los modos y las circunstancias.