Es creado por el dramaturgo Plauto en el siglo II a.C. en el apogeo cultural de la antigua Roma, apreciándose en su obra Amphitryon (Anfitrión), en la que los dioses Júpiter y Mercurio toman roles de meros mortales, representando distintas clases sociales e infortunios. Es visible en la forma del latín tragicomoedia, construido por tragoedĭa, sobre el griego tragōidía, dado por tragos, que refiere al animal conocido por chivo, y ōidē, por oda, en el sentido de entregar al animal de dicha especie como tributo a la imagen de Dionisio, al ritmo de una oda; y comoedĭa, con referencia en el griego kōmōidía, en este caso determinado por kōmos, que remite a desfile, y aoidos, en alusión al cantante o artista que desempeña su función, vinculado a aeidein, por cantar.
Es una obra narrativa que, independientemente del medio, expone una convergencia de elementos propios del drama y del humor, de modo inteligente y perspicaz. Las recomendaciones de Donald Trump, proponiendo inyectarse desinfectarse y exponerse a luz ultravioleta en el medio de la pandemia del coronavirus es un excelente -y lamentable- ejemplo de tragicomedia.
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Referencia APA
Benjamin Veschi, 05/2020, en https://etimologia.com/tragicomedia/