Etimología de Procrastinar

Tiene registros hacia mediados del 1500, en el Francés Medio procrastiner, sobre la base del latín en procrastināre, formulado por el prefijo pro-, que remite a ‘adelante’, y el término crāstinus, por ‘día siguiente’ o ‘mañana’, este último conjuga crās, por mañana, y el sufijo -tinus, en propiedad de adjetivación a nivel temporal.

La procrastinación es el comportamiento de optar por postergar la realización de una tarea o responsabilidad para más adelante, generalizado por mañana, cuando se la puede concretar en el presente. Este actuar está asociado al estado anímico-emocional de la persona y el interés que tiene.

La popular frase «No dejar para mañana lo que se puede hacer hoy«, que resulta común observar su uso en el seno familiar, por ejemplo, de un padre o una madre a su hijo, se la adjudica el ex-presidente norteamericano Benjamin Franklin (1706-1790), a lo que el escritor Mark Twain ironizó en julio de 1870 en su columna Memoranda, para el medio gráfico The Galaxy, con el título «The Late Benjamin Franklin» (que uno traduce al español como «El difunto Benjamin Franklin», sin confundir el inglés ‘late’ con ‘tarde’ en este contexto), expresando «Never put off till to-morrow what you can do day after to-morrow just as well. —B. F.» (en español, «Nunca dejar para mañana lo que se pueda hacer el día después de mañana — B. F.«).

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