El adjetivo se ubica en las formas latinas felix, felīcis, asociándose directamente a fértil (visible en el latín fertĭlis) y/o fructífero (pautado en el latín fructĭfer), con base en el indoeuropeo *dhe(i)-, por sacar, succionar o mamar, aplicado por ejemplo en el desarrollo de la agricultura o en el proceso de amamantación de una madre con respecto a su hijo; en esta línea la palabra hijo remite al latín filius, y fémina, que señala a la mujer, tiene referencia en femĭna, ambos casos surgidos sobre la misma raíz indoeuropea *dhe(i)-.
Por su parte, el sustantivo felicidad, desprendiéndose del adjetivo, está regido por el sufijo -idad, que remite a los componentes -tas y -ātis, manifestándose en felicĭtas, felicĭtātis, mientras que también destacan infeliz (dado en las expresiones latinas infēlix, infēlīcis, afectados por el prefijo in-, por negación), y felicitar (registrado en el latín tardío felicitāre).
En un principio estas palabras apuntaban entorno a la procreación y a la producción de las tierras (marco en el cual existe un paralelismo con la idea de nacimiento), acarreando de manera intrínseca un estado de entusiasmo y regocijo, observando que este sentimiento terminaría imponiéndose hacia una concepción general.
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Referencia APA
Benjamin Veschi, 06/2020, en https://etimologia.com/feliz-felicidad/
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ARMANDO VILLARREAL FLORESJun., 2022
en estos tiempos en que la forma de hablar se va deteriorando poco a poco y sustituyendo por palabras que no tienen nada que ver con el español es bien visto que alguien se ocupe por rescatar el significado real de las palabras asi que es grato encontrar lugares como este.