Creado por la cultura vienense y perfeccionado por la francesa, esta delicatessen icónica cuya apariencia hace alusión a la luna creciente (precisamente se denomina lune croissant en la lengua romance al fenómeno lunar), y que aparece como emblema característico en la bandera turca, se constituye en el marco histórico dado por los festejos en la victoria sobre un intento de invasión en Viena por los turcos que formaban filas del Imperio Otomano, en 1689, lo cual habría sido alertado por los panaderos locales que trabajaban para abastecer su mercado matutino. De este modo, es inspirado por la idea de devorar a las fuerzas enemigas, denominándolo kipferl, remitiendo a creciente en el alemán austríaco.
A mediados del siglo XVIII, María Antonieta de Austria recibiría la experiencia del croissant, formulado por los panaderos reales, basándose en el kipferl, a instancias de su casamiento, protagonizado en 1770 con el futuro rey del pueblo francés Luis XVI, designado como tal en 1774, comprendiendo un reinado hasta 1793, cuando ambos serían ejecutados. Actualmente, es un clásico a la hora del desayuno o como aparitivo en la tarde en todo el mundo.
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Referencia APA
Benjamin Veschi, 06/2020, en https://etimologia.com/croissant/