En el campo tecnológico, remontando a fines del siglo XX, el término roaming, formado por el verbo roam, entendido por deambular, y el sufijo -ing, como agente de acción, y que en español se traduce y explica como itinerancia, define los costes que cada operadora móvil aplica a sus clientes por las llamadas efectuadas y, eventualmente, recibidas, en el extranjero, así como a las conexiones de datos. Por su parte, itinerancia se ubica a partir del verbo itinerante, en alusión a trasladarse entre distintos puntos determinados geográficamente, al respecto del latín tardío en itinĕrans, por explorador o viajante, asociado a itinerāri, indicando la acción de recorrer o viajar, sobre las formas iter, itinĕris, entorno a un pasaje definido.
Los costes de roaming son aplicados en concepto de alquiler de la red de otra operadora de distinto país.
Es lógico considerar que la infraestructura de comunicaciones móviles de cada operadora la pagan sus clientes con una parte de su factura, e ilógico pensar que un usuario puede estar empleando la red de otra operadora de otro país gratis. Ahí entra en juego el roaming, que le permite emplear dicha red por un pequeño sobrecoste.
Los costes de roaming se pagan incluso si las dos operadoras pertenecen a la misma empresa, puesto que al ser de dos países distintos, son a efectos prácticos dos empresas distintas.
Por ejemplo, compañías como Vodafone o Telefónica se encuentran presentes en diversos mercados. En el caso de la británica, opera en diversos mercados europeos, así como en África, Oriente Medio, la región Asia-Pacífico, o el continente americano, mientras que la española lo hace en diversos países de Europa y América del Sur. Ambas bajo diversas marcas y participando en diversas operadoras.
En algunas zonas se ha hecho un esfuerzo para contener los gastos en roaming, como en la Unión Europea.
Por ejemplo, un europeo residente en cualquiera de los países de la Unión, puede, desde el 15 de junio de 2017, viajar a cualquier otro país de la Unión y utilizar su celular para hacer tanto llamadas como recibirlas, enviar y recibir mensajes de texto SMS, y utilizar los datos (con apps de todo tipo) sin pagar extra.
No se puede estar ilimitadamente desplazado en otro país de la Unión, pues ello podría dar paso a la picaresca de tener un número de otro país en el que las tarifas sean más baratas, pero el plazo de tiempo que uno puede estar fuera viajando es amplio. De hecho, la única condición es pasar más tiempo en el país de origen que fuera de él, y las operadoras controlan este factor.
Un truco habitual de los usuarios para evitar los sobrecostes por roaming es no utilizar el servicio de voz (tampoco atender las llamadas recibidas) y desconectar los datos.
En substitución, muchos aprovechan las conexiones Wi-Fi gratuitas en hoteles, bares o bibliotecas, para llamar vía aplicaciones de VoIP.
-
Referencia APA
Benjamin Veschi, 01/2019, en https://etimologia.com/roaming/