Etimología de Osteocito

Green, Kaulitzki

Neologismo constituido por el elemento griego osteo-, traducido como hueso para remitirse a la parte ósea del ser humano, y lo acompaña, sobre el latín científico, cyto-, con respecto a cytoblastus (adoptado por el biólogo alemán Matthias Schleiden en un trabajo de 1938 titulado -Contribuciones a la Fitogénesis-, quien además junto a Theodor Schwann idearon y expusieron la teoría celular), con raíz en el griego kýtos, en alusión a un vaso receptor, comprendiendo el campo celular. Los osteocitos son un tipo de célula de los tres tipos fundamentales que podemos encontrar en el tejido óseo, estas incluyen a los osteoblastos, los osteocitos y los osteoclastos.

Los osteocitos son la forma madura de los osteoblastos, células encargadas de producir tejido óseo, mientras que los osteoclastos se encargan de reabsorber el hueso lo que permite utilizar los minerales como el calcio contenidos en su matriz mineral.

El hueso es un tejido vivo

Los huesos son un tejido duro, sin embargo esto no significa que sean estructuras rígidas e inertes. Contrariamente el tejido óseo se encuentra en un constante proceso de remodelación que se caracteriza por la destrucción y formación continua del hueso, a pesar de que estas estructuras luzcan siempre igual.

El hueso esta formado por las células y la matriz extracelular. Esta última a su vez la integra un tejido orgánico de sostén formado principalmente por el colágeno y la matriz mineral en la que se encuentra el mayor depósito de calcio del cuerpo.

Formación del hueso

Los osteoblastos son las principales células formadoras del tejido óseo. Son células muy activas que producen las sustancias que forman la matriz orgánica del hueso, constituida principalmente por colágeno, proteína que le brinda una mayor resistencia frente a las fuerzas de tracción.

Una vez formada la matriz orgánica, se inicia el proceso de depósito de los minerales que forman la matriz inorgánica, tras lo cual los osteoblastos se convierten en osteocitos, que son la célula madura del hueso.

Los osteocitos quedan aislados en una especie de lagunas ubicadas dentro del hueso. Estas se comunican con otras lagunas mediante una serie de canalículos que permiten que las células se comuniquen entre sí mediante sus prolongaciones.

Remodelación ósea

Los osteoblastos inician su labor durante el desarrollo fetal, hacia la 5ta semana del embarazo. Las estructuras iniciales son membranas o fragmentos de cartílago que actúan como una base sobre la cual las células madre se diferencian a osteoblastos e inician así el proceso de formación del hueso.

Una vez culminado el proceso el osteoblasto se convierte en osteocito y permanece en esta forma hasta su muerte, que se presenta cuando el hueso es destruido o reabsorbido por acción de los osteoclastos para remodelarlo.

El proceso de remodelación de los huesos ocurre cada día sin que nos percatemos de ello. Muchas veces los traumatismos y la tensión que producen los tendones de los músculos en sus puntos de inserción en el hueso ocasionan microfracturas o fisuras que son reparadas gracias a este proceso de remodelado.

Este es el mismo proceso por el que ocurre la consolidación de las fracturas, que inicialmente origina un abultamiento llamado callo, que luego se irá remodelando hasta que el hueso recobra su anatomía.

Durante la juventud y en la edad adulta el remodelado ocurre a la misma velocidad que el proceso de reabsorción del hueso. En la vejez el remodelado supera a la nueva formación del hueso, lo que origina una debilidad y mayor fragilidad de este tejido que lo hace vulnerable a lesiones como las fracturas.

Los fenómenos de remodelación y resorción ósea son estimulados y modulados por la acción de diversas hormonas, principalmente la hormona de crecimiento, las hormonas tiroideas, hormonas sexuales, parathormona y calcitonina.

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