Responde al latín indigĕna, entendiéndose como nato del lugar, transmitiendo pertenencia y enfatizando el origen, constituido por el prefijo indu-, como una propiedad que señala lo interior, cuya base se aprecia en el indoeuropeo *endo-, al respecto de *in-, por en, y determinado por el sufijo gen-, asociado a gignĕre, remitiéndose a nacer, sobre la referencia indoeuropea *gen-, por dar a luz. De este modo, no existe una palabra que describa con mayor claridad a los miembros de las comunidades originarias, reforzado en la actualidad entorno al eje de la descendencia y el reconocimiento de sus derechos.
Observar que existe una asociación equivocada con indigente, empujado como forma de discriminación hacia los nativos, o en todo caso por desconocimiento de la lengua. Por su parte, tampoco es correcto vincularlo con indio, cuya lectura comprende a los habitantes de las Indias, bautizado por Colón en su llegada a América pensando que estaba, precisamente, en las Indias, y como lo refleja la historia, tal denominación no solo se mantuvo vigente más allá del error, sino que además se generalizó para emplearse como un descalificativo para todos los nativos sin importar la geografia.
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Referencia APA
Benjamin Veschi, 09/2020, en https://etimologia.com/indigena/